Desde que la humanidad descubrió la agricultura y con ello encontró una de las mejores razones para dejar de ser nómadas, fue que en los lugares que se fue estableciendo el ser humano surgió la necesidad de brindar seguridad a los suyos mediante la construcción de casas y de asentamientos que requirieron de protecciones como los muros y techos. Más tarde, ante la necesidad también de mayor privacidad, surgen las puertas, un elemento que sigue siendo utilizado hasta nuestros días. La puertas han ido evolucionando en su diseño y tamaño, según las necesidades y las circunstancias, así como seguramente por los materiales a la mano, destacando que comunidades enteras cercaban su conjunto de viviendas en espacios fortificados, a los accedían o de los que salían a través de grandes puertas, algunas de ellas seguramente espectaculares.
La puerta se convirtió en el acceso al interior a los espacios o la salida de los mismos y ello la ha llevado a ser considerada desde varias perspectivas como un punto de cruce lleno de simbolismos, de misterio, de espiritualidad, de misticismo y de otras muchas interpretaciones. Una puerta es vista como el principio o el fin de un ciclo determinado o como el cambio ante alguna disyuntiva, como cuando decimos —si se cierra una puerta, otras se abrirán—. Es por ello que la literatura está llena de expresiones relacionadas con —cruzar la puerta—. Así también, el diseño de muchas de ellas las convierte en una rica fuente de información sobre lo que resguardan o también en un medio de expresión de quienes las producen, en especial con ese matiz artesanal que esta íntimamente ligado a las manos que ejecutan el trabajo.
Alguna ocasión, en un viaje a Chiapas, me topé con esta puerta del hoy pequeño templo de San Francisco de Asís, en San Cristóbal de las Casas, un rincón lleno de expresión barroca y de historia. Su puerta, me cautivó con su diseño, expresión y colores, así como el efecto de los papeles de adorno que proyectan una bella sombra, haciendo destacar aún más la imagen. Hay muchas puertas que cruzar, hogares y espacios qué visitar en tantos lugares de México, como también en nuestro Querétaro nuevo, que deseamos conservar.