Las personas solemos establecer en la gran mayoría de nuestras relaciones interpersonales con quienes por una u otra razón tenemos contacto o comunicación en nuestra vida cotidiana —sea de familia, amistad, trabajo, vecinos, social o de negocios—, una barrera de aparente normalidad absoluta y adicionalmente en el tiempo actual, hay quienes lo hacen a través del uso de múltiples redes sociales, en las que se pretende mostrar esa normalidad vestida de “todo está bien”.

Es lógico y entendible a partir de la necesidad de mostrar fortaleza ante otros y evitar ser motivo de pláticas y especulaciones de terceros.

La realidad de prácticamente toda la gente es muy distinta, ya que la vida misma viene en un paquete que incluye un estreno y una fecha de caducidad, ésta última nunca anotada en alguna etiqueta, sí absolutamente cierta. Entre uno y otra, habrán múltiples capítulos que incluyen en el transcurso de su vida, un poco de todo.

Lo que quiero destacar es que la vida de muchas personas podría ser una maravillosa novela digna de los mejores premios por los muchos capítulos que viven en algún periodo determinado. Momentos de enfrentar retos y luchas, dignas de los mejores guerreras y guerreros, donde hay pasión y amor, secretos, triunfos impresionantes y, en síntesis, podríamos decir que están repletas de razones de vida y motivos para vivir.

Por supuesto que a lo largo de la vida, muchos han abierto pequeñas puertas y ventanas por las que, deseándolo o no, permiten que otros entren en ellas y las puedan compartir para que a través de la lectura tengamos nosotros la oportunidad de conocer y adentrarnos en sus experiencias, que llegan a ser fuentes de inspiración para nuestra discreta novela personal.

El mencionar que el amor es la principal herramienta en la vida de cada quien no es un concepto trillado, sin dejar de considerar que la ausencia del mismo propicia también muchos de los acontecimientos para quienes suelen tomar caminos negativos y complejos. Sin embargo, lo positivo suele prevalecer ante lo negativo, de otra suerte, estaríamos encaminados a la desaparición como especie en un mundo que ha girado antes de nosotros y que lo seguirá haciendo después, hasta que la propia naturaleza establezca otros límites. Mientras tanto, la esperanza es también la mejor herramienta para continuar en el camino. El deseo de que las cosas puedan cambiar favorablemente, es uno de los motores que mantienen a las personas avanzando en medio de sus complicaciones. Cuando se viven tiempos mejores, vienen con ellos sonrisas y nuevas razones.

Habrá historias y novelas que nunca sabremos ni conoceremos, esas quedarán en la biblioteca del olvido y se llevarán consigo la posibilidad de darle a otros el aprendizaje para que finalmente puedan trascender en la memoria de otros. Considero que quienes logran superar sus capítulos más difíciles, dejan en los demás esa semilla del amor y la esperanza, que debidamente cultivadas con la imaginación que nos fue otorgada desde la niñez, permiten a quienes los hacen suyos, poder escribir, aunque jamas se lleguen a publicar, novelas con un buen final.

Enhorabuena por la vida de los tantos autores inéditos que hay en el mundo y en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

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