Gerardo Proal de la Isla

El valor de los ríos

El impacto del cambio climático ha traído consigo que, el ciclo natural del agua, sea protagonista de desastres naturales

El desarrollo y la supervivencia de la humanidad han estado siempre y estrechamente vinculados a los recursos naturales en el mundo. De manera destacada, el agua que cubre el 70% del planeta Tierra y de la cual el 97% es agua salada y apenas el 3% es dulce.

Dentro del muy pequeño porcentaje de esta última, la gran mayoría de la misma se encuentra congelada en los glaciares, casquetes polares o de manera subterránea, lo que reduce considerablemente la disponibilidad para el consumo humano.

Adicionalmente, utilizamos dicho recurso con varios otros propósitos, lo que lo convierte en un recurso finito que desde tiempos inmemorables buscamos aprovechar de la mejor manera, al tiempo de ver que la desmedida ambición de creación de riqueza material, nos ha llevado a estropear la calidad del vital líquido, sobre todo en las regiones donde hay mayor concentración de individuos.

Asimismo, el impacto del cambio climático ha traído consigo que, el ciclo natural del agua en el planeta, sea protagonista de desastres naturales que afectan a mucha gente.

Sin embargo, dependemos de tal manera del agua, que el no tener acceso a la misma, sí sería un mayor desastre.

Los ríos en el planeta juegan un gran papel en el acceso al agua dulce y desde el inicio de las antiguas civilizaciones, son de vital importancia para el ser humano. El acceso al agua dulce, es necesario para la obtención de la potable, la agricultura, la industria y la generación de energía; son además el hábitat de muchas especies, un medio para el transporte y también para la recreación. En muchas sociedades son un verdadero patrimonio cultural, estético y espiritual que trasciende generaciones enteras.

Comprender su origen y valor para la vida, son razones suficientes para crear conciencia en torno a ellos, ya que hoy día, muchos de los grandes ríos están seriamente contaminados y requieren de la intervención del propio ser humano para revertir los daños que transitan a lo largo de toda su cuenca.

Aquí incluyo la imagen de un río a la distancia, donde la vegetación agradece la humedad que comparte y alimenta a lo largo de su recorrido, yo agradezco también el paisaje. Cuidar y respetar los ríos, es una manera de honrar y sostener la vida en donde habitamos gente, como en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

@GerardoProal

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