La vida siempre nos da un poco de todo, el azar que le caracteriza es una receta preparada con varios ingredientes, entre ellos destacan la cantidad de lo inesperado y el cucharón de lo impredecible. Pensamos que con más años de vida las sorpresas nos impactarán menos, pero no siempre es así, ya que algo suele surgir con consecuencias impredecibles y ello siempre nos mueve de una manera significativa. Pero la vida suele ser generosa con los encuentros, con aquellas personas que coloca en un momento dado en nuestro camino y son quienes juegan roles importantes y muy valiosos cuando nos obsequian fuerza, valor y certidumbre para continuar, aún en el minado campo de lo incierto. Algunas de estas personas parecieran ser una elección nuestra o de ellos, pero curiosamente muchas otras son resultado de la maravillosa casualidad y la circunstancia de un momento dado.
Así también suelen ser los caminos que la vida nos coloca enfrente, algunos de ellos coinciden con nuestros pasos, pero otros aparecen apenas a un costado o en cualquier bifurcación de alguna coyuntura. Y en cada cúmulo de pasos hay ese alguien con nosotros o, más maravilloso aún, hay quien acepta recorrer juntos, con todo lo implica, cualquier dirección que sigamos.
Todo suele marchar bien, hasta que la vida en su caprichoso azar, nos coloca en la brecha de los desencuentros, de las despedidas, algunas de ellas por que es el final del andar, para ahora hospedarse en nuestros pensamientos y en nuestros sentimientos. Otros más, a quienes las circunstancias cambian su rumbo y entonces la ruta de ambos es de solo uno. Es entonces que nos detenemos y parados de puntillas en la orilla de la vida, intentamos vislumbrar lo que sigue, pero vemos solo agua, sin atinar a cruzar a través de la misma, rodearla o tomar una nueva dirección. Así me hace pensar esta curiosa imagen de un oso Grizzly, que en dos patas se afana en observar hacia adelante, como buscando esa ruta que recién se perdió en la orilla del camino, en un mundo que incluye este Querétaro nuevo que deseamos conservar.