Hubo un tiempo en la geografía de América, desde nuestro país hacia el sur del continente, donde las culturas prehispánicas trataban de interpretar su destino atándolo a lo que había y conocían de su entorno, en todo aquello que tenía que ver con la vida, su transcurso y su desenlace con la inevitable muerte, buscando en sus creencias la manera de agradar a los dioses, quienes a su entender provocaban el destino, lo que seguramente se debía a lo azaroso que la vida tiene de principio a fin.

No son pocas las que le dieron un especial significado al águila y al jaguar, dos personajes de su entorno salvaje que adquirieron especial relevancia en muchas culturas por sus características de estar en la cima de la cadena alimenticia, una dominando el aire y el otro la tierra. Reconocían su destreza y su fuerza que imitaron para honrar a sus deidades.

En la antigua ciudad maya de Chichén Itzá hay una plataforma dedicada a ellos, de cuatro escaleras y elaborada con una serie de imágenes relacionadas con el curso del sol durante el día y su descenso al inframundo por la noche, donde, tanto esa ave como el felino, simbolizan a los guerreros que capturan víctimas para alimentar al dios sol. Los Guerreros Águila eran arqueros e incluían en su vestimenta las plumas que les dio ese nombre, mientras los Guerreros Jaguar, más combativos y similares a los de otras culturas en México, utilizaban garrotes de madera con cuchillos de obsidiana y se cubrían con pieles de jaguar.

Estar en esa ciudad maya que nos atrae principalmente por la magnífica pirámide de Kukulkán, pero también es una experiencia muy particular rodear esta plataforma y ver el detalle de grabados que muestra no sólo el conocimiento maya, sino su vocación guerrera y de lucha.

Aquí, comparto un detalle de ambos personajes devorando un corazón cada cual.

Hoy día, por fortuna podemos ver vivos aún águilas y jaguares, pero la cultura maya, aunque no desapareció del todo, tanta guerra la debilitó e hizo que sus pobladores huyeran, propiciando su declive. Ojalá hoy prevalezca el aprendizaje y conocimiento compartido para garantizar un buen balance en las tantas culturas en el mundo y en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

@GerardoProal