Esta temporada de calor y de sequía nos tiene a muchos verdaderamente atolondrados y preocupados por su impacto. Es la manera como la vida y la naturaleza nos recuerdan la importancia que dejamos de darle al entorno y con quienes lo compartimos.

Para nadie es un secreto que la escasez de agua dulce es uno de los mayores riesgos que tenemos una gran parte de la humanidad, y cuando esa sequía se pasea por la región que habitamos, las cosas suelen complicarse.

Muchos grupos de seres vivos están conscientes de esa adversidad que suele ser cíclica en el transcurso de algunos años que solía ser alrededor de una década. Desafortunadamente el ciclo se va reduciendo y en la actualidad suele aparecer en periodos más frecuentes, es decir que se presenta más de una vez en el transcurso de una década y suelen ser más prolongados, algunos de ellos con consecuencias devastadoras.

Sin lugar a dudas, a decir de los expertos, esto se debe al calentamiento global que sufre nuestro planeta y con ello la humanidad junto con una gran parte de los seres vivos con quienes compartimos la tierra. Muchos de estos, suelen por instinto buscar fuentes de abastecimiento de agua y en ocasiones recorrer enormes distancias para llegar a ellos y poder sobrevivir, aún cuando en el intento algunos pagan el precio de la falta de agua con su propia vida.

Sitios como el continente africano son de los más afectados por este fenómeno, donde además de las comunidades de seres humanos, dañan a la enorme cantidad de vida silvestre que comparte dicho territorio. Nuestro país sufrió una terrible sequía en 2011, sin antecedente desde 1941 y ello obligó al gobierno y a la sociedad a llevar a cabo un plan de abastecimiento para cerca de dos millones y medio de personas con la instalación de cientos de tanques en las comunidades más vulnerables.

Hoy día existe una mayor conciencia sobre el cuidado del vital líquido, aunque aún hay mucho más que llevar a cabo al respecto, pero también nos hemos percatado de la necesidad de abastecer de agua a muchas especies animales que no tienen manera de buscar alternativas por ellos mismos.

Los abrevaderos artificiales se convierten en una opción para evitar que muchos animales salvajes la busquen donde habitan las personas. Hay especies en peligro de extinción que requieren de esa alternativa para sobrevivir y considero que es una medida muy atinada.

También en las ciudades y sus alrededores, aves y otras especies menores se beneficiarían al contar con este apoyo por parte de personas que entienden la importancia de suministrarles una pequeña fuente de agua.

Abrevar, significa dar de beber, particularmente al ganado o remojar las pieles para adobarlas o dar de beber, pero se llega a utilizar también como el hecho de adquirir conocimiento e ideas en algún lugar. Es sin duda un buen término y más aún si se ejerce para apoyar a otros.

Los abrevaderos son una bendición en estos tiempos de calor y de sequía. Ampliar el uso de estos en zonas de vida silvestre ayudará a proteger a muchas especies, así como también en pequeños contenedores en nuestros jardines, permitirá que muchas aves y más, puedan tener una alternativa en esta temporada de calor que deseamos pase pronto y lleguen las lluvias a este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

@GerardoProal

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