En los próximos meses y hasta la elección de junio de 2027 veremos la batalla por ver quién se convierte en el mejor “significante vacío”.

¿No suena glamuroso? Pues prepárate, porque en los próximos dos años, todos los suspirantes a gobernador tendrán que demostrar que pueden ser todo… y nada al mismo tiempo.

De acuerdo con la Escuela de Essex, el truco está en dominar el discurso. Para estos autores, la política no es un asunto de esencias o identidades fijas, sino de quién logra articular, en el momento adecuado, todas las demandas insatisfechas y presentarse como el que “sí puede” darles respuesta.

Así, surge el famoso “significante vacío”: ese líder que se vuelve recipiente de todas las esperanzas (o de todos los corajes) del pueblo.

¿Quiénes buscan ese puesto en Querétaro? Pues, para empezar, los políticos del PAN como Felipe Fernando Macías Olvera (el alcalde de la capital), Luis Bernardo Nava Guerrero (el secretario de Desarrollo Social) y Marco del Prete Tercero (el secretario de Desarrollo Sustentable).

Pero tampoco faltan los de Morena, como Santiago Nieto Castillo (ahora en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial), Gilberto Herrera Ruiz y Luis Humberto Fernández (ambos diputados federales) o José María Tapia Franco, que quiere revancha tras perder la alcaldía.

Todos ellos, oficialmente, quieren representar “las demandas de la sociedad”, quieren ser el recipiente de todo lo que la gente espera.

Laclau explicó que el líder populista es “el significante vacío” porque logra que todos los malestares y expectativas se vinculen a su figura. Y, ojo, no porque tenga la receta mágica para resolverlos, sino porque puede organizar ese “malestar difuso” en una narrativa convincente.

En otras palabras, el candidato exitoso no es quien tiene respuestas para todo, sino quien puede convencerte de que él es la respuesta.

¿Y cómo se logra? Articulando demandas. Hoy es la inseguridad, el agua o el “narcogobierno”, mañana el transporte público, pasado mañana la vivienda o el miedo a perder “el estado actual de cosas” que conocernos frente a uno incierto.

Así que prepárate para discursos llenos de “Querétaro merece más”, “la gente pide soluciones” y, por supuesto, el infaltable “el pueblo unido”. Entre ahora y 2027, verás a los candidatos convertirse en expertos en absorber demandas y antagonizar con “el enemigo”.

El manual está claro: para ganar, hay que ser el mejor “significante vacío”.

Consultor, académico y periodista

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