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El arte de la guerra política pasa por la habilidad de “conectar” con los miedos y aspiraciones de los ciudadanos.

No basta la enunciación de obviedades, es necesario que los candidatos conozcan qué sienten los electores para que formulen propuestas de campaña y narrativas pertinentes.

Es necesario que los candidatos logren encarnar la esperanza, que los demás los vean como la posibilidad de un futuro deseado.

Eso pasa por tener un diagnóstico preciso, al menos verosímil, del estado actual de las condiciones sociales y económicas.

Como ciudadanos, debemos conocer ese marco de referencia, esos datos para contrastar si las narrativas tienen asidero en la realidad.

Por ejemplo. En materia de seguridad, un discurso con más posibilidades de conectar con las preocupaciones mayoritarias debería enfocarse en delitos como el robo y los asaltos, más que en el crimen organizado y los homicidios.

Es cierto que los homicidios son de alto impacto, tan cierto como que es un fenómeno focalizado en cinco entidades federativas: Guanajuato, Chihuahua, Michoacán, Jalisco y Baja California.

La encuesta levantada por Enkoll-El País con motivo del quinto informe de gobierno de Andrés Manuel López Obrador reporta que ciertamente la principal preocupación de los ciudadanos es la inseguridad (41%) frente a la economía, pobreza, salarios bajos y falta de empleo (26%) y la corrupción (11%).

Sin embargo, cuando se le pregunta a ese 41% a qué se refieren con inseguridad, un 33% indica que a asaltos, un 16% a robo a casa habitación, otro 15% a homicidios y feminicidios, un 12 % a crimen organizado y narcotráfico, y un 7% a secuestros, extorsiones y amenazas.

Respecto de la inseguridad, la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) de junio de 2023 reportó el 73% de la población dijo sentirse insegura en los cajeros automáticos localizados en la vía pública; 65.5 %, en el transporte público; 57.3 %, en el banco y 54.4 %, en las calles que habitualmente usa.

Así, un discurso político y mediático que ponga el foco hacia el combate a los asaltos y el robo a casa habitación tiene amplias posibilidades de conectar con las preocupaciones sobre seguridad que viven los ciudadanos.

Diversas encuestas recogen estas preocupaciones de las personas, así como qué temas son considerados positivamente en el desempeño del gobierno federal.

Por ejemplo, el estudio levantado en agosto de 2023 por el Centro Latinoamericano de Geopolítica, un 70% piensa que los programas sociales son necesarios para que las personas de menos recursos accedan a una vida digna frente a un 27.6 por ciento que piensa que son perjudiciales porque fomentan que no se trabaje.

En la encuesta del CELAG, el 69 por ciento cree que es necesario que el Estado intervenga para mejorar la calidad del transporte. Un 64.4% cree que es una buena decisión que PEMEX y las empresas eléctricas sean administradas por el Estado.

Si la agenda política y mediática no conecta con las preocupaciones concretas de las personas, se desarrollará una brecha y desencanto con los políticos, las instituciones y la democracia.

Esto, llevado al absurdo, se expresa con la mítica frase de Maria Antonieta frente a un pueblo sin dinero para pan: "Que coman pasteles".

Consultor, académico y periodista

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