Gabriel Morales

Hipótesis de trabajo, narrativas y autoengaños

Una hipótesis de trabajo en el desarrollo de una estrategia política es una suposición inicial sobre cómo se comportarán ciertos actores, condiciones o contextos políticos en función de la información disponible.

Es, en otras palabras, una lectura del terreno: quién está con quién, qué factores influyen realmente en el electorado, cómo se están moviendo las piezas del poder, o cuál será la reacción de un grupo social ante una propuesta o acción política.

A partir de esa suposición, se diseñan mensajes, alianzas, propuestas y hasta calendarios de campaña o acción gubernamental. Pero esa hipótesis no es un diagnóstico definitivo, es solo el punto de partida para tomar decisiones. Cuando una hipótesis se formula mal, cuando parte de premisas equivocadas, los errores pueden ser graves.

Se pueden asignar recursos de manera equivocada, elegir mal los aliados o adversarios, leer con ingenuidad el ánimo social, o incluso subestimar riesgos que luego se vuelven crisis.

Supongamos que el “think tank” de un político arranca con la hipótesis de que "la ciudadanía está más preocupada por la seguridad que por la economía". Si esa hipótesis no se valida con datos duros (encuestas, grupos focales, análisis de conversación digital), toda la estrategia podría centrarse en propuestas de mano dura, omitiendo un malestar económico real que está marcando el voto.

Algo similar ocurrió en 2024 con el tema de Paseo 5 de Febrero. Morena partió de la premisa que la obra sería el “Waterloo” del PAN, que les permitiría conquistar las joyas electorales del estado: los municipios de la zona metropolitana de Querétaro.

A pesar de la evidencia empírica, los resultados electorales, la obra de Paseo 5 de Febrero, con sus deficiencias y aciertos, no fue la debacle azul. Pesaron más otros factores. Morena ganó en municipios donde poco o nada afectó Paseo 5 de Febrero, como Tequisquiapan y Cadereyta de Montes. Aún así, Paseo 5 de Febrero se usa por actores de Morena, como Gilberto Herrera, como arma arrojadiza para desacreditar, por ejemplo, el proyecto hídrico Batán.

Echar a andar una estrategia a partir de un mapa equivocado, pero atractivo, es un error común en el que cualquier actor político puede caer. La soberbia, autocomplacencia, incapacidad de autocrítica e introspección son el caldo de cultivo para emplear hipótesis de trabajo que no llevan a ningún lado.

Consultor, académico y periodista

Te recomendamos