Todavía vivimos estragos de la jornada electoral del pasado 2 de junio, esa gelatina mal cuajada que fue la alianza entre el PAN, PRI y PRD sigue cosechando derrotas en todos lados, hasta donde presumían tener sus bastiones han tenido descalabros fuertes, y lo que falta.

Por su parte, Xóchitl regresó a su escaño en el Senado para disfrutar los pocos meses que le quedan de reflectores y posteriormente convertirse sólo en un recuerdo de lo que fue en el proceso electoral que culminó hace un par de semanas. Lejos van a quedar las decenas de micrófonos buscando unas palabras de la que fuera la candidata menos competente del bloque conservador de la política mexicana; los tricolores viven su propia pesadilla, y es que su bancada en ambas cámaras quedó muy reducida, por lo cual su peso político es de menor impacto del que de por si era, y con seguridad la alianza con los panistas se va a disolver conforme pasen los días, y conociendo a los priistas no faltará el que inicie con las pláticas correspondientes para migrar a la bancada mayoritaria y así dejar una velita prendida para contiendas futuras; el último damnificado de la oposición en pedazos son los hoy extintos hijos del partido del sol azteca: el PRD por fin, después de las súplicas de millones de mexicanos, perdió el registro nacional y dejó de ser un parásito que sólo se alimenta del erario, en su caso lograron colocar a dos senadores y un diputado federal, vaya resultados para una fuerza política que hace poco era representante de la voluntad popular en nuestro país y que hoy en día se convirtió en un nido de cuervos que sólo trabajaron para que unos cuantos sigan viviendo del banquete de nuestros impuestos.

Morena, mientras tanto, navega con la tranquilidad de saber que el Plan C es prácticamente un hecho, que AMLO va a cerrar con broche de oro un periodo presidencial que pasará a la historia como uno de los más importantes en la lucha contra la desigualdad, y por supuesto la llegada de Claudia se da en un ambiente de relativa cordialidad y con un posible gabinete que se prevé estará integrado por figuras reconocidas en cada una de las áreas que comprende la administración federal. En Querétaro, Acción Nacional aún no sana el Waterloo que significa perder el dominio en la Legislatura local, siguen preguntándose qué les falló, no logran definir si fue la obra faraónica e inútil que es la remodelación de 5 de Febrero, el abandono en el que tienen a la Sierra y el semidesierto, las represiones a todo aquel que se atreve a disentir con la postura oficial, la leyes que atentan contra el bienestar ciudadano y que enriquecen a las cúpulas empresariales o la forma de gobernar que parece sólo velar por los intereses de unas cuantas personas, mientras la gran mayoría vive los estragos de las malas decisiones del Ejecutivo estatal.

Ante este escenario, nuestra entidad vivirá cambios importantes, Morena tiene la capacidad de ser la voz de mando en Querétaro, siempre y cuando la unidad sea el combustible del partido y haga oídos sordos a los cantos de las sirenas que vienen desde la Casa de la Corregidora. Sin afán de adelantar, el 2027 se empieza a trabajar desde ya y parece ser que en tres años el guinda puede llegar a nuestro estado.

Google News