Lo que sucede en el Congreso del Estado es una clara muestra de la inoperancia bajo la cual el Partido Acción Nacional gobierna y representa al pueblo de Querétaro. No es novedad que las y los legisladores sean concebidos como “vividores del erario” ya que su labor deja mucho que desear al momento que la ciudadanía les pide una rendición de cuentas clara y puntual, pues esta idea de que el ser diputado o diputada es una beca a costa de los impuestos de las y los queretanos es difícil de refutar cuando vemos la “productividad” de la actual legislatura, que dicho sea de paso es de las peores que hemos tenido.

Se preguntarán ustedes porque catalogo a la actual legislatura como una de las peores en la historia reciente de Querétaro si en 2024 la ciudadanía le dio el respaldo a Morena y con ello la mayoría en el Congreso del Estado, pues empecemos desde el inicio. Cuando la legislatura pasada, dominada totalmente por el PAN incluyendo a buena parte de la bancada guinda, se percató del triunfo obtenido por el partido movimiento en los comicios de junio 2024, dio celeridad a diferentes artimañas al interior del congreso para que Acción Nacional mantuviera el control de la Junta de Coordinación Política y los diferentes órganos internos que existen, esto con dos claras intenciones, una es el dominio absoluto de la vida orgánica legislativa y la segunda fue una estrategia para endulzar el oído de algunos legisladores que a cambio de espacios al interior se sumaran a los deseos azules al momento de votar en el pleno. La realidad es que en pocas palabras los panistas hicieron circo, maroma y teatro para poder paralizar el trabajo legislativo de Morena y dar impulso exclusivamente a las iniciativas redactadas desde la Casa de la Corregidora que buscan beneficiar los intereses de un gobernador que ha sido cobarde al momento de tener que rendir su informe ante los representantes populares, demostrando así que carece de agallas para reconocer que su trabajo ha sido reprobable, que cada semana nos hunde en una crisis diferente y que su capacidad no es suficiente para estar al frente de una entidad como Querétaro.

Desafortunadamente esta parálisis legislativa al único que perjudica es al ciudadano, que, aunque en las urnas votó por un cambio, las marrullerías blanquiazules hacen que la voluntad popular no pueda ser representada a través de iniciativas que velen por sus intereses. Es de escándalo darnos cuenta que la bancada conservadora no supera las 15 iniciativas en un año de ejercicio, aparentemente los diputados y diputadas del PAN se han tomado en serio lo que mencionábamos de la beca y como si esto no fuera suficiente y con apoyo de la secretaría de servicios parlamentarios y la presidencia de la mesa directiva han bloqueado más de 80 iniciativas que el grupo legislativo de Morena y la fracción del Partido del Trabajo. Esto demuestra con claridad que los azules solo se preocupan por ellos y por sus socios, el pueblo poco les importa y si es necesario atropellar los intereses de la ciudadanía lo harán sin reparo alguno.

Por si el frenar el trabajo legislativo fuera poco, el coordinador de la bancada azul en el congreso local ha dado muestras de la intolerancia característica su partido, interviene cuando quiere en sesiones donde no es permitido hacerlo, amenaza a diputados de su partido y de los otros también, falsea información al momento de dar declaraciones ante los medios de comunicación y para colmo da a notar sus dotes de intento de mafioso al violentar a un legislador de morena en una sesión pasada. Es complicado de comprender como un personaje con características de porro es el líder de los legisladores panistas, inclusive sus propios compañeros de partido lo tienen en un mal concepto y lo han señalado de “mal gobernante“, si no me creen pregúntenle al empresario inmobiliario y ex gobernador Francisco Domínguez quien en cuanto tiene oportunidad señala al ex alcalde de San Juan del Río, afortunadamente no se lo ha encontrado en un antro porque si no ya hubiera ajustado cuentas al estilo “panchista”, a golpes y mentadas.

Son tiempos de definiciones, Morena ya demostró que las diferencias aún vigentes se pueden hacer a un lado y avanzar en bloque, el PT se mantiene firme con la 4T y el PVEM en lo local tiene que definir si va agruparse con los partidos con los que hizo coalición o seguirá sucumbiendo al canto de las sirenas que habitan en la Casa de la Corregidora. Tiempo al tiempo, la cita con la historia es en 2027 y el basurero político está lleno de traidores y avorazados que vieron en un espacio de representación popular la oportunidad de oro para llenarse los bolsillos y satisfacer su codicia.

Exdiputado local de Morena

Google News