La Ciudad de México representa la fortaleza de la izquierda a nivel nacional, desde la administración de Cuauhtémoc Cárdenas hasta la fecha, la capital y sus votantes se han orientado por partidos que por lo menos en su momento representaban la oposición a un régimen totalitario como lo fue el PRI y el PAN, esto lo menciono por el ya casi extinto PRD, agrupación política que perdió la brújula y que desde hace poco más de seis años pasó de ser una opción para la ciudadanía y se convirtió en el tapete de los prianistas y en el hazme reír de la clase política nacional. Esta hegemonía convirtió a la CDMX en una entidad vanguardista, pluricultaral, diversa y en una vitrina para grandes políticos como Andrés Manuel López Obrador y la hoy virtual candidata presidencial Claudia Sheinbaum; sin embargo, la oposición cada tres y seis años busca tejer alianzas con quien sea posible en su eterno intento de gobernar el corazón político de México.

La disputa interna que vive hoy Morena por definir quien será el perfil que encabece los esfuerzos rumbos a la elección de 2024 en la ciudad ha desatado una serie de opiniones, encuestas y pronósticos de aquellos que aseguran conocer el ritmo de vida de una ciudad que con seguridad representa el reto de mayor magnitud para aquella persona que decida gobernarla. Por parte de la oposición hay un par de individuos que ya iniciaron su precampaña no oficial, por ejemplo Santiago Taboada y Sandra Cuevas, en el caso de esta última inició el trajín con el pie izquierdo y la antipatía a su persona es algo que propios y extraños sabemos y compartimos; por su parte, el alcalde de la Benito Juárez aspira a conquistar la capital con propuestas vacías, más de lo mismo, siguiendo con la flaca tradición en propuestas que los políticos de su demarcación han mostrado desde hace décadas .

Mientras tanto, en Morena se vive una disputa interesante, similar a la que las “corcholatas” protagonizaron hace unos meses, y es que aunque hay cuatro interesados, la realidad es que la contienda se cierra a Omar García Harfuch y Clara Brugada. Iniciemos con el policía, quien formó parte del gabinete de Claudia Sheinbaum en la capital y cuyos resultados fueron positivos. Este personaje lidera desde hace meses las preferencias en CDMX; sin embargo, su pasado reciente vinculado a Genaro García Luna y su participación indirecta en el manejo de información del caso Ayotzinapa son elementos que a la militancia de Morena no le gustan para nada, sin dejar de lado su parentesco con Marcelino García Barragán, quien fuera el encargado de las fuerzas armadas en la masacre del 2 de octubre de 1968. Y por sí esto fuera poco, el padre de Harfuch es Javier García Paniagua, extitular de la Dirección Federal de Seguridad, agrupación policiaca que fuera protagonista de la Guerra Sucia en el país.

Estos antecedentes son los contras principales que tiene el hoy aspirante; por su parte Clara Brugada es una militante histórica de la izquierda, siempre de la mano con López Obrador, fundadora del partido, alcaldesa de Iztapalapa, una de las zonas más complicadas de gobernar no sólo en la ciudad, sino en todo el país, sus allegados los hemos visto arropando a Claudia Sheinbaum y la visión que hasta la fecha ha demostrado en su forma de gobernar. Es cercana y se identifica con el estilo que tanto AMLO como Claudia han tenido como gobernantes. Interesante panorama para los capitalinos, gran reto para Morena y difícil decisión para su dirigencia, sólo hay que recordarles que los que llegaron hace 15 minutos, tienen que ganarse a la militancia, no colocarlos por encima de ella.

Tiempo al tiempo.

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