La tecnología es el conjunto de recursos e instrumentos disponibles para facilitar y mejorar la vida cotidiana de las personas. En diversas ramas del conocimiento humano, es un factor que permite acelerar procesos y desarrollar de manera más eficiente la producción de bienes, conocimientos y servicios. Sin embargo, como cualquier herramienta, la tecnología también es susceptible de ser utilizada con fines cuestionables e incluso ilegítimos, por lo que debe regularse adecuada y constantemente su uso.

Un ejemplo de bienes cuyo desarrollo es resultado de la tecnología son los vehículos aéreos no tripulados, conocidos popularmente como “drones”. Durante los últimos años, su mejora continua y la disminución de su costo han permitido que sean bienes accesibles para muchas personas. Así, cada vez es más común observar el uso de drones con fines de producción de contenidos audiovisuales, o simplemente para el esparcimiento y el descubrimiento del medio.

Conforme se ha ido popularizando el uso de drones, también se ha extendido su uso para cometer delitos, especialmente por parte de la delincuencia organizada. Los drones tienen varias características que brindan ventajas para la delincuencia: son relativamente baratos; tienen autonomía para ser controlados desde distancias que permiten la fuga inmediata; su origen es difícil de rastrear y su utilización no pone en riesgo la vida de sus operadores.

Estas razones explican por qué durante las últimas semanas se ha tenido noticia con mayor frecuencia de la utilización de drones. Una vez más comprobamos que la criminalidad va al ritmo del avance tecnológico. Tan solo durante el último mes se han registrado cinco incidentes donde integrantes de la delincuencia organizada han utilizado drones para llevar a cabo ataques con explosivos sobre la población civil en los estados de Guerrero y Michoacán. Sin embargo, al momento de la detención de algunos de los responsables, ha sido necesario imputarlos por diversos delitos porque el uso de drones con fines ilegítimos no es considerado como tal.

A finales de julio, el titular del Poder Ejecutivo federal presentó una Iniciativa para tipificar como delito el uso indebido de aeronaves pilotadas a distancia, con lo cual se pretende sancionar en el ámbito federal esta modalidad criminal que se ha extendido en los últimos días. Como Presidente de la Comisión de Justicia he impulsado la dictaminación inmediata de esta iniciativa, consciente de la urgencia de cubrir el espacio de impunidad que ha encontrado la delincuencia.

Con el impulso de esta reforma, damos una muestra más de fuerza de voluntad política para construir consensos en favor de la seguridad de las y los mexicanos. Es inaceptable que la población civil se encuentre vulnerable frente a los ataques de los criminales sin que siquiera se puedan perseguir estos actos como delitos y, por ello, la semana entrante aprobaremos esta reforma en comisión. Así, refrendo también la convicción más alta que ha guiado mi trabajo como diputado federal: darle a México las leyes que se necesitan para que quien la haga, la pague; para disminuir la terrible impunidad que sigue lastimando a nuestro país.

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