El talento no tiene género. Todas las personas somos capaces de adquirir conocimientos y desarrollar habilidades que son útiles en el mercado laboral. A pesar de ello, las mujeres no tenemos la misma facilidad que los hombres para acceder y permanecer en un empleo remunerado. ¿Por qué?

En el día a día, las mujeres contemplamos factores diferentes que los hombres para distribuir nuestro tiempo. En gran medida, esto está influenciado por imposiciones sociales. Las mujeres somos vistas como cuidadoras, mientras que los hombres como proveedores. ¿A qué hombre le han dicho “me alegra que puedas conservar tu trabajo, aunque hayas decidido tener hijos”?

Para que una mujer elija ser parte de la fuerza laboral considera no solo los ingresos que podría generar y las oportunidades de crecimiento profesional, sino también tener tiempo disponible además de las labores en casa, el tipo de condiciones que le ofrece su posible empleador (que sean compatibles con sus necesidades personales, así como que sean seguras) y la posibilidad de contar con apoyo externo, ya sea de un familiar o de una institución, para ejecutar labores de cuidados que podrían interferir con su jornada.

En un país como México, esta decisión es muy compleja y afecta al 57% de las mujeres de 15 años o más que no tienen ni buscan un empleo remunerado, cifra superior al 25% de hombres que está fuera de la economía. Sin embargo, hay estados en donde las mujeres enfrentan menos barreras para acceder a un empleo.

Estados #ConLupaDeGénero, una medición del IMCO que compara las condiciones laborales para las mujeres a nivel local, encontró que Ciudad de México y Baja California Sur ofrecen mayores oportunidades económicas para ellas porque son entidades que preparan mejor a sus mujeres, registran una menor desigualdad en el trabajo no remunerado y tienen una tasa de informalidad femenina menor, lo que refleja una mayor probabilidad de encontrar un empleo mejor pagado y con acceso a seguridad social.

Querétaro, a pesar de ser la tercera entidad más competitiva -con gran capacidad para generar, atraer y retener talento e inversión según el Índice de Competitividad Estatal 2021-, no es tan hábil para fomentar condiciones laborales óptimas para sus mujeres. Se ubicó en el octavo lugar de Estados #ConLupaDeGénero.

Pese a las fortalezas económicas que tiene el estado, que benefician a las más de 400 mil trabajadoras, es un lugar conservador en donde las queretanas destinan 78% más horas que los queretanos en labores domésticas y de cuidados sin pago, lo que la convierte en la entidad con mayor desigualdad en este tipo de trabajo después de Guanajuato y Chiapas. Ante esta situación, no sorprende que solo 21% de las mujeres en edad productiva revelen que quisieran trabajar más. ¿A qué hora se puede trabajar por un ingreso si el trabajo en casa es excesivo?

Si Querétaro quisiera ser más competitivo y tener una fuerza laboral diversa e inclusiva, tanto el gobierno como las empresas necesitan implementar acciones conscientes para abrir oportunidades económicas para las mujeres.

Esto, a vez, tendría beneficios como mayores ingresos para los hogares, empresas más productivas y una economía local más dinámica. El primer paso para avanzar en este sentido es reconocer que el estado tiene un desafío importante para aprovechar el talento femenino.

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