Ya son siete jornadas de fase regular y Gallos Blancos no sabe lo que es ganar.

Cinco empates igual a cinco puntos es su cosecha, con siete goles a favor y 11 en contra, nada productivo.

Ha tenido la oportunidad de salir con la victoria, pero su falta de manejo de ventajas, principalmente en los últimos minutos de juego, lo echa todo por la borda.

Y así ha dejado escapar muchos puntos, las victorias se las sacan de la bolsa en plena cara.

La más reciente ante Necaxa, iban arriba 1-0 desde el 25 con autogol de Emilio Martínez provocado por Raúl Sandoval que enviaba un balón al centro del área, Gallos así se fue al descanso, pero con un hombre menos, al ser expulsado por dos amarillas Miguel Barbieri.

Así jugó todo el segundo lapso, obvio, Gerk ajustó líneas y mandó gente atrás a tratar de conservar la mínima ventaja, casi lo logra, pero esos fantasmas de los minutos finales o de compensación les pesan.

Y eso se repitió al 93’, Gómez, que ya había enviado un aviso con disparo al poste, igualó los cartones, punto que les supo a victoria y a derrota a los emplumados por no estar concentrados en esos minutos de apremio.

Recordemos que cuando eran dirigidos por Rafa Puente Jr., Gallos ligó siete derrotas consecutivas al inicio del torneo y quería seguir, pero la directiva, que ya lo había soportado mucho, decidió darle las gracias.

Algunos dirán que llevan cinco puntos, que no se compara, pero la realidad es que al equipo, insisto, no se le ve futuro y en el tema porcentual cada vez se hunde más.

Tal parece que a nadie le interesa despilfarrar millones para conservar la categoría, pero bueno, ahora tienen en puerta tres compromisos muy complicados.

Este viernes visitan al desesperado Puebla y luego, de manera consecutiva. reciben en casa a San Luis y Santos de Torreón, ahora con Nacho Ambriz al frente y ex técnico de los queretanos.

Les urge la victoria, pero no se ve para cuándo.

Hasta la próxima.

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