Luego de la presentación oficial de Marc Spiegel, quien encabeza al grupo de nuevos dueños de Gallos, no queda otro camino que hacer algo por el equipo de manera urgente. Gallos requiere de refuerzos, van dos jornadas e igual número de derrotas que los tienen hundidos en el fondo de la clasificación en ceros.
El equipo se ve más limitado que de costumbre y la verdad, el revés en Aguascalientes le salió barato, Necaxa bien los pudo pulverizar, pero se conformaron con el 3-1. Los jugadores que hoy defienden la playera queretana hacen lo que pueden, luchan, se entregan, pero ante rivales mejor armados, su esfuerzo es en vano.
El empresario estadounidense, durante su presentación ante los medios de comunicación y en compañía de Mikel Arriola, comisionado de la Femexfut, y de Felifer Macías, alcalde de Querétaro, afirmó que su proyecto es de grandes expectativas para Gallos Blancos, dejando entrever que por el momento se debe tener calma y confiar en que vendrán tiempos mejores.
Es decir, Gallos seguirá jugándosela con lo que hay, sin importar que comiencen a tener problemas porcentuales, pues como no hay descenso en la Liga MX, no les dolerá pagar una multa de 33, 47 u 80 millones de pesos, según la posición en que terminen en el Clausura 2026, ya sea en el escalón 16, 17 o 18.
La transacción de la compra venta del equipo trascendió que fue 120 millones de dólares, más de 2 mil 250 millones de pesos mexicanos, vaya cifra estratosférica que cimbró a la propia Federación y al futbol mexicano en general y por ello los antiguos dueños no lo pensaron dos veces.
Así que de que hay billete lo hay para levantar a estos Gallos, y eso tal vez se vea hasta los siguientes dos torneos, pues los nuevos dueños no deben precipitarse o hacerlo al aventón, seguro tienen otra visión del negocio y deberán poner en marcha toda su experiencia en el mercado digital que les ayude a seleccionar refuerzos con talento y calidad, “bombas” o jugadores de alto nivel, que vengan a aportar cosas buenas al equipo, no a tirarse a la hamaca. Y como a la afición ya la deja más tranquila este cambio de propietarios, porque Spiegel aseguró que de aquí no se van, quieren hacer huesos viejos, ahora sólo le queda esperar a que cumplan con armar un buen trabuco y deje de causar lástima en el campeonato mexicano.