Tal parece que Gallos Blancos, como nunca había tenido una ventaja tan clara y menos se había imaginado tener en la lona a un equipo como Pachuca que se arma hasta los dientes temporada tras temporada para buscar el título, pues simple y sencillamente no supo qué hacer con un 3-0 a favor, como que les pareció mucho y en menos de veinte minutos desperdiciaron ese “manjar victorioso” que les podía dar el pase a la liguilla por el título. Difícil de creer pero tristemente así fue, los “Tuzos” regresaron del más allá porque los pupilos de Nacho Ambriz los resucitaron al darles el balón y el control total del partido, cosa que los muchachos del “Ojitos” Meza, de madre queretana, no desaprovecharon y en menos que “canta un gallo”, ya les habían dado alcance y como vieron que el rival quedó a modo, le dieron la vuelta al resultado y sin más para sorpresa de propios y extraños, de La Corregidora se llevaron los tres puntos. Otro dato curioso, pero también importante, Enrique “Paleta” Esqueda, queretano por cierto, quien no anotaba desde noviembre de 2011, vino a devolverle la vida al Pachuca y gracias a sus dos goles, los de Hidalgo se motivaron para lograr esta que se puede calificar como hazaña, mientras que para los Gallos, con esa noble afición que siempre está con ellos, fue su despedida del torneo, como quien dice, dos Enriques con raíces queretanas, vinieron a sepultar las aspiraciones del cuadro plumífero. ¿Qué les pasó?, es la pregunta que todo mundo se hace, pues Gallos dominador, arrollador con esa enorme ventaja de tres goles, tenía con qué seguir yendo al frente en busca de un cuarto tanto, el rival estaba muerto, entonces había qué rematarlo con otro gol, se podía, pero algo comenzó a fallar y Gallos se desorganizó, se desconcentró completamente, su defensa hizo agua confiada en que de un tres-cero nadie se levanta, sólo que Pachuca sí. El marcador era cómodo y todavía se la hubiéramos creído a los emplumados que el 2-0 es engañoso, pero vemos que gracias a Gallos, ahora también el 3-0 no es nada confiable. Pues bien o mejor dicho, pues mal, Gallos Blancos perdió en casa ante uno de sus mejores “clientes” de los últimos torneos y peor aún el que fue en un duelo donde se jugaban el boleto a la liguilla y los ganones fueron los de la bella airosa. La campaña terminó, Gallos en media tabla para abajo tanto en la general como en la porcentual, la derrota ante Tuzos por lo tanto, queda para el olvido, para la historia y ahora lo importante es saber qué futuro les espera, pues de todos es conocido el asunto de su ex dueño Amado Yáñez, que la franquicia está incautada y que a todos los que integran el equipo, les siguen debiendo sueldos, que ya les dieron algo, fue para que le echaran ganas ante los hidalguenses y lograran el boleto a la liguilla, no fue así, por lo que ahora no se sabe qué pasará. Que hay cuatro compradores de la franquicia, eso es pura especulación, ya que así pueda haber miles de interesados, aquí el “papelito habla” y mientras no haya nada firmado, todo seguirá en la incertidumbre, ya vimos con Memo Cantú y Tinajero, que se súper aseguraba que adquirirían al equipo, pero nada. Ahora bien, el que compre la franquicia, que dudo mucho que será un queretano, ¿tendrá interés en mantener al equipo en esta plaza?, la verdad también lo pongo en tela de juicio, como igual ¿quién querrá seguir en Gallos, cuando no les pagan? Habrá desbandada, eso delo por hecho, pues ya aguantaron todo lo que va del año, como en huelga de hambre, los jugadores son atletas de alto rendimiento y tienen energía de sobra, pero sus familias no. Pero bueno, de todos es sabido que en el futbol mexicano se mueven muchos intereses y con más descaro desde que nació esta nueva Liga MX, (de la que se aseguraba, iba a emular a las de primer mundo) recordemos que los propios Gallos habían descendido a la Primera A o Liga de Ascenso, franquicia de la que no se sabe nada, desapareció o la desaparecieron los de pantalón largo y cuello blanco; al mismo tiempo y para salvar la plaza, Amado Yáñez compró a Jaguares de Chiapas y los trajo a La Corregidora, sin que nadie se imaginara lo que sucedería con este personaje y por consecuencia con el equipo que hoy entre la SAE y la Femexfut, se barajan su futuro; La Piedad ascendió y su franquicia fue a parar a Veracruz, sin que les importara a los mercenarios de nuestro futbol el sentir de ambas aficiones; lo mismo el asunto del San Luis, que cambió de aires hacia Chiapas. En conclusión, los dueños del balón hacen y deshacen como se les viene en gana y nadie les pone un alto, continuarán burlándose y pisoteando una y otra vez a la afición mientras ellos tengan el poder, por lo tanto el futbol mexicano seguirá hundido en la mediocridad, los cambios de ese tamaño seguirán dándose y sino se acuerdan de mí; Atlante que descendió se dice, seguirá en el máximo circuito, pues su dueño ya le echó el ojo a Gallos que no tiene problemas de porcentaje, pero sí legales que violan el reglamento de la Liga y de no lograr algo, Alejandro Burillo, que no se queda cruzado de brazos, también tiene en cartera adquirir al Veracruz y seguir gozando de las bellas playas del Caribe Mexicano, en Cancún. Hasta la próxima.