La vida pasa en un instante. Es conveniente hacer un alto y reflexionar sobre lo que estamos haciendo, pues tal vez no somos conscientes del valor de la vida.
Por lo general nos distraemos con otro tipo de cosas que nos brindan una calidad de vida adecuada. Incluso, existen personas que se ocupan de echar a perder la existencia de los demás.
Amemos la vida y la oportunidad de compartir. No sabemos cuánto tiempo estaremos aquí disfrutándola.
Hace muchos años recuerdo que mis padres hicieron lo posible por traer a Querétaro a la escritora mexicana Ana María Rabatté y Cerví, originaria de Tampico, Tamaulipas. Su visita está grabada en mi mente por uno de sus poemas, al cual le dio lectura de una manera magistral y hoy se los comparto.
En vida, hermano, en vida / Si quieres hacer feliz / a alguien que quieres mucho, / díselo hoy, sé muy bueno... / en vida, hermano, en vida.
Si deseas dar una flor / no esperes a que se mueran, / mándala hoy con amor... / en vida, hermano, en vida.
Si deseas decir: “Te quiero” / a la gente de tu casa, / al amigo cerca o lejos... / en vida, hermano, en vida.
Tú serás muy, muy feliz, / si aprendes a hacer felices / a todos los que conozcas... / en vida, hermano, en vida.
Nunca visites panteones, / ni llenes de tumbas flores, / llena de amor corazones... / en vida, hermano, en vida
No pases parte de tu vida pensando si morirás. Es momento de disfrutar todo lo que hacemos, no esperar ni dejar nada para mañana. Corre con tus padres, con tus hermanos o pareja, diles lo especiales que son para ti. Si alguien te hirió perdónalo, pues la vida es muy corta para estar enojado. El perdón no exime de culpa al que ofende, si no que libera al ofendido.
¡Celebremos la vida! ¿Y tú que has hecho, en vida, hermano, en vida? Reflexiona y actúa.
Presidente de los Jóvenes de la Canacope-Canirac Qro