Musicalia
En nuestra entrega anterior hablamos de los compositores checos del post–romanticismo, comenzando con Antonín Dvořák. Ahora nos referiremos a otro gran compositor checo: Bředrich Smetana.
Bředrich (Federico) Smetana nació en Bohemia Imperio Austrohúngaro en1824 y falleció en Praga en 1884. Fue un pionero en el desarrollo de un estilo musical que, junto con Antonín Dvořák, quedó íntimamente ligado al nacionalismo checo. En su país, la actual República Checa, es reconocido como el padre de la música checa. Smetana es profundamente nacionalista y es mundialmente conocido por su ciclo de poemas sinfónicos Má vlast (‘Mi patria’) que describe la historia, leyendas y paisajes de su patria natal. La serie de 6 poemas sinfónicos contenidos en Mi Patria son un verdadero himno a su terruño, brillantemente orquestados e inequívocamente bohemios; los dos primeros, Vyšehrad y Moldavia, son los más bellos y están íntimamente ligados, el primero es la canción de un noble bardo y la segunda el río que atraviesa Praga. Le recomendamos estimado lector la versión de la Orquesta Gewandhaus de Leipzig, dirigida por Václav Neumann.
Después de siglos de dominio de los germano-parlantes Habsburgo, durante los cuales la identidad checa había sido reprimida, surge un renacimiento nacional checo en el cual la ópera les dio un lugar de honor al idioma, la historia y el folclore checos. El teatro provisional checo fue inaugurado en 1862 para competir con el teatro oficial del Estado, que aún representaba obras y singspiels en alemán, y fue en ese teatro que nació la ópera en idioma checo. Una de las primeras obras que causó impacto fue Los Brandemburgueses en Bohemia que describía los horrores de la ocupación extranjera. Unos meses después se estrenaba su ópera Prodaná Nevěsta (La novia vendida), romance rural pleno de melodías y bailes folclóricos. Esta obra es quizá la más conocida del autor y la más representada en teatros alrededor del mundo, y su obertura, con su conocido crescendo de cuerdas, es a menudo interpretada como pieza inicial en muchos conciertos y funciones musicales. Recomendamos dos versiones, la del Metropolitan Opera de Nueva York, dirigida por James Levine, y una muy checa con la Orquesta y Coros Filarmónica Checa dirigida por Zdeněk Košler.
Además de las obras arriba señaladas, sus principales, Smetana es autor de otras obras clave, como sus 6 Piezas características, Op.1, dedicadas a Franz Liszt y elogiadas por él, y su Cuarteto para cuerda No.1 intitulado ‘De mi vida’. Smetana es autor de 7 óperas además de las ya mencionadas; obras orquestales, música de cámara, numerosas obras para piano, música vocal y coral.
A finales de 1874, a los 50 años de edad, Smetana se quedó completamente sordo. Liberado de sus funciones de teatro, continuó con un fértil período de composición que se prolongó durante casi todo el resto de su vida. Sus contribuciones a la música checa iban siendo cada vez más reconocidas y representadas, pero un colapso mental a principios de 1884 condujo a su internamiento en un asilo y su posterior fallecimiento.
Hasta la actualidad, incluso tras la separación de la República Checa y Eslovaquia, los habitantes de la región consideran a Smetana, Dvořák y Leos Janáček los guardianes de sus mas caros sentimientos nacionalistas. El que escribe estas líneas recuerda con deleite el monumento a Smetana situado en un jardín en las orillas del río Moldava, al lado del Museo de su mismo nombre, en la indescriptiblemente bella ciudad de Praga.
*Diplomático queretano; diletante de la música clásica. Twitter: @fgcossio