Apenas se daba cerrojazo final a la Temporada Grande 2015-2016 y ya en los pasillos de la plaza y en las redes sociales se hablaba de que el empresario Rafael Herrerías dejaría la administración de la Monumental Plaza de Toros México, hoy les puedo asegurar que es un hecho, además de que las pláticas para que el ganadero Javier Sordo Madaleno y el empresario Pablo Álvarez “Palillo” se hagan cargo del mayor coso taurino mexicano son muy frecuentes y en los próximos meses sería oficial el cambio.

Pero en verdad, ¿Herrerías es el culpable de que la fiesta de los toros no sea negocio como el mismo lo dice? Yo creo que no.

Antes de que llegara a La Monumental, Rafael Herrerías fue cargador de bultos en el súper, chofer, mecánico, charro profesional con Antonio Aguilar, proveedor industrial, subsecretario de Ganadería en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, así como director general de Ferrería, liquidador de empresas paraestatales, e incluso fue vicepresidente de Televisa. Su gusto por los toros nació de su madre, Sofía, quien era ama de casa, aficionada a la tauromaquia; cada domingo acudía a la Plaza de Toros México. Su padre era Rafael Ángel Herrerías, quien se desempeñaba como ingeniero mecánico electricista, doctor en filosofía y maestro de ciencias políticas e intelectual.

Incursionó en el mundo del futbol como directivo y jefe en los Tiburones Rojos del Veracruz donde casualmente también tuvo problemas y solamente se dedicó a decir que ya no era negocio. Si bien este hombre se ha esforzado por mantener la fiesta viva también le ha hecho daño, pues sus pleitos con diferentes toreros, sus carácter enojón y un tanto altanero a pocos le caía en gracia, eso sí los toreros debían casi rendirle pleitesía para que le diera una fecha en la México.

Herrerías ya se nota cansado y fastidiado, a mi parecer ese es su gran pecado, si bien se entiende que como empresario pueda tener interés en sacar puro dinero, también se debe poner especial atención en hacer atractivos los carteles para que la plaza se llene, y sobre todo comprar un ganado que se merezca estar en el coso de Insurgentes, poco a poco esa bravura y casta se ha ido perdiendo, sin mencionar los regalos de orejas que últimamente hemos visto, lástima que todo eso lo dejo de hacer.

El futuro se vislumbra bueno ya que Javier Sordo Madaleno ha sabido ser ganadero, arquitecto y empresario, entre sus proyectos más representativos se encuentran: Hotel Westin Regina L.C. (1993), Moliére Dos22 (1997), Antara Fashion Hall (2006), iglesia José María Escrivá (2008), Andares (2009), Antea Lifestyle Center (2013), Toreo Parque Central (2014), Residencial Artesia (2014), Andamar Lifestyle Center (2014), Grand Hyatt Playa del Carmen (2015) y 28 proyectos para la Fundación Teletón (1999-2015). En el mundo del toro es dueño de la preciosa ganadería de Xajay aquí en Querétaro, la cual me ha tocado ver el tiempo que le dedica para sacar buenos toros con casta, raza y sobre todo bravura.

Y por otro lado Pablo Álvarez “Palillo” es un joven que le gusta torear pero que digamos no es tan bueno, su carta fuerte es la de ser empresario de muchas plazas de gran renombre como nuestra Santa María, y ahora se enfrenta al mayor de sus retos “La México”, esperemos sea para bien y venga a refrescar la fiesta que tantos toreros necesita. Ambos ya saben que la afición siempre estará dispuesta para llenar los tendidos a la más mínima provocación, y solo esperemos no ayuden a crear toreristas, sino una verdadera afición y pasión por la fiesta brava. Hay muchos que así lo esperamos.

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