Es tormenta que nos mata
el pensar en el sufrir.
Lo de Ucrania desbarata
y nos pone a decidir.
Cuantos niños inocentes
han pagado con su vida?
Los prorrusos indecentes
han dejado gran herida.
Ahora está también prohibido
el volar sobre Israel.
Por aquello del sonido
de un misil pues más que cruel.
Oración y fe lo que debemos
aplicar en caso así.
En verdad todos oremos
“pa” que el mundo vuelva en sí.
Periodista