Es una realidad que todos queremos encontrar a esa pareja ideal para nosotros; sin embargo, en los tiempos modernos, llenos de relaciones fast and light, a veces, se nos olvida el proceso de la “conquista” para los hombres y el de “seducción” para las mujeres, es de suma importancia. Observo con tristeza, como se han intercambiado los roles en este sentido… Mujeres que buscan, acosan, permiten y hacen todo tipo de estrategias en aras de conseguir al objeto de su afecto, donde el hombre en lugar de sentirse motivado para la conquista, obtiene todo lo que quiere con solo estirar la mano y tomarlo… Ya no tienen que luchar para conseguir a la dama en cuestión… Imagínense a un cazador que sale a atrapar al conejo y que en cuanto abre la puerta, ya lo tiene listo para ser atrapado… ¿Cuál sería su motivación?
Fíjate en esta analogía; los hombres cuando son niños y juegan con el carrito, lo observan, lo corren, lo desarman y lo vuelven a armar, pero, una vez que ya le encontraron el chiste, adiós carrito. Las mujeres en cambio, pueden llegar a ser adultas con su colección de muñecas intactas. Lo mismo pasa con los video juegos; los hombres, entre más alto sea el nivel de dificultad, necesitan ir por más; las mujeres en cambio, llegan al nivel 10 y dicen: ¡Ay, ya me aburrí!, y lo sueltan… Esta es la forma de operar en las relaciones también. El hombre necesita hacer un esfuerzo para ganarse el amor de la mujer y sentirla especial.
Escucho a los hombres en consulta aburridos y frustrados por tener a su disposición a un séquito de mujeres peleando por su amor, así como a las mujeres haciendo circo, maroma y teatro para que el galán las voltee a ver. Y no se trata de ser anticuada, se trata de cuestiones muy primitivas en el ser humano.
En este sentido, les quiero recomendar un libro llamado, “Las Reglas Espirituales de las Relaciones” de Yehuda Berg, quien de una manera muy sencilla explica cuáles son estas reglas para crear relaciones mucho más profundas y significativas, las cuales menciono a continuación:
Por lo tanto, ¿qué les parece si retomamos el tema de conquista? La verdad, es mucho más divertido…