Independientemente de si somos o no fanáticos del fútbol, hablar de este deporte después de 15 días de iniciado el Mundial de Brasil en el que participan 32 equipos de igual número de países, resulta tema obligado por el importante desempeño del equipo mexicano uniformado de verde y dirigido por “El Piojo” Miguel Herrera, mundialmente conocido ya por su entusiasta y eufórica manera de dirigir y celebrar la buena actuación de los jugadores y de sus goles, así la actuación de los mexicanos en los estadios del país sudamericano y de la muy lamentable actuación de la clase política de nuestro país.

En reuniones de amigos, de familia, de compañeros de escuela, de trabajo, de transporte, etcétera, se comenta mucho la actuación del director técnico y su “piojomanía”, del mal desempeño de los árbitros colombianos que le anularon dos goles a Giovani dos Santos en el juego en que el seleccionado nacional venció por 1-0 al equipo de Camerún, de la excelente actuación de la escuadra nacional ante el seleccionado brasileño en el que empataron a cero en la cancha enemiga, en buena medida gracias a los excelentes reflejos de Memo Ochoa, a quien por cierto ya lo candidatean para Presidente de la República –“Memo presidente”, dicen- y de la muy buena actuación del equipo mexicano en el que con goles de Rafa Márquez, Andrés Guardado y Javier Hernández “El Chicharito” vencieron 3-1 al equipo de Croacia.

Se comenta también sobre la opinión que tienen del “Piojo” y los jugadores de la selección mexicana en importantes medios de otros países como “The Guardian”, “The Independent”, “La Gazzetta dello Sports”, The New York Time, entre muchos otros.

De las buenas actuaciones de otros jugadores como Oribe Peralta, Miguel Layún, Héctor Herrera; de quién podrá sustituir al “Gallito” Vázquez, suspendido para jugar ante el equipo de Holanda por acumular dos tarjetas amarillas y del corriente y ridículo papel en que meten a todos los mexicanos ante el mundo al gritarle al portero “¡putooo!” con el evidente propósito de ofender, insultar, ridiculizar y denigrar al jugador contrario por la que la FIFA tendría toda la razón en sancionarnos.

Pero algo que me ha llamado poderosamente mi atención, reconociendo anticipadamente que como mexicano me da mucho gusto el desempeño que hasta ahora ha logrado el equipo nacional y que a pesar de las muchas limitaciones deportivas por falta de una política integral de nuestros gobernantes, que desgraciadamente va de la mano del desarrollo económico y social de nuestra patria y de que me encantaría que el “Piojo” y su equipo lograran el primer lugar de este certamen de la XX edición de la copa mundial de futbol, no he escuchado ningún comentario de la forma tan corriente en que muchos de los políticos están explotando el nacionalismo y hasta el chovinismo de los mexicanos para hacerse notar con expresiones eufóricas que no sienten, para hacer campaña política y tratar por esta vía de ganar puntos para recuperar así su muy devaluado trabajo al frente de los mexicanos.

Así vemos desde candidatos a regidores, diputados, senadores, jefes de gobierno de los distintos partidos, secretarios de estado y al propio Presidente de la República, ante pantallas gigantes, rodeados de sus colaboradores más cercanos y ante los medios de comunicación a su servicio haciendo más gesticulaciones que el mismísimo Miguel Herrera y hasta tirándose al piso, gritando y reclamando al árbitro desde sus asientos de lujo, con el evidente objetivo de llamar la atención, aparentando ser políticos patriotas deseosos del repunte de México ante el mundo.

Los mexicanos somos amantes del deporte y particularmente del futbol pero no nos engañamos, la “piojomanía” terminó ya o terminará mañana, necesitamos resultados y no circo.

Dirigente Movimiento Antorchista en Querétaro

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