La oleada de problemas políticos y económicos parecen complicarse dentro y fuera de México para la presidenta Claudia Sheinbaum. El comunicado publicado por Donald Trump en su red Truth Social, donde informa sobre la actualización del nuevo arancel a las importaciones mexicanas, y el escándalo de seguridad interior en el que se encuentra involucrado Adán Augusto López Hernández, senador de la República y presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado.
La nueva imposición arancelaria del 30 por ciento a los productos mexicanos que entraría en vigor a partir del 1 de agosto surge en medio de la controversia sobre el manejo de la investigación sobre Jeffrey Epstein, por parte del presidente Donald Trump.
Mientras el presidente intentaba disminuir la indignación de su base simpatizante, después del anuncio de la fiscal general Pam Bondi que daba por cerrado el “caso Epstein” sin hacer públicos los resultados de la investigación, dos periodistas publicaron en el Wall Street Journal una carta con contenido obsceno, supuestamente enviada por Trump a Epstein en 2003, a propósito del 50 aniversario del hoy fallecido financiero y delincuente sexual estadounidense.
Ante la feroz crítica de sus seguidores por el turbio manejo del caso, Donald Trump intentó desviar la opinión pública acusando al gobierno de Claudia Sheinbaum de “no hacer lo suficiente” para detener el flujo de inmigrantes indocumentados y el tráfico de fentanilo a EU, y amenazar a México con la imposición del nuevo arancel.
En relación con el escándalo de seguridad interior por los vínculos del senador Adán Augusto López Hernández con Hernán Bermúdez Requena –quien fungió como secretario de seguridad durante su gobierno en el estado de Tabasco, actualmente buscado por la Interpol por sus nexos con “La Barredora”, organización delictiva afín al Cártel Jalisco Nueva Generación–, expone la posible infiltración criminal de gobiernos de Morena, suceso que pone en riesgo la credibilidad de la narrativa de “austeridad honesta y no corrupción” de la 4T.
Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum deslindó al senador Adán Augusto, lo exhortó a pronunciarse sobre la creciente polémica y romper el silencio para dar su versión de los hechos referidos al periodo de su gestión gubernamental en Tabasco: “…Sería pertinente que el senador diera su versión, es importante […] No vamos a proteger a nadie”.
Sheinbaum enfrenta una encrucijada definitoria. El horizonte depende de su habilidad para aprovechar la estabilidad política interna (mayoría legislativa, nueva configuración del poder judicial y popularidad mayor al 80 por ciento), para colocar un escudo contra las amenazas externas y los escándalos de corrupción internos.
Si aprovecha el caso Adán Augusto López-Hernán Bermúdez Requena para “purgar la corrupción” de Morena y consigue articular una propuesta coordinada para responder a las amenazas de Trump, estaría en condiciones de trascender como una lideresa que navegó tormentas inéditas y emergería como una figura transformadora. Pero, si fracasa, ambos frentes podrían “coludirse” y generar una crisis de gobernabilidad que erosione el proyecto de la 4T.
Doctorada en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM y Posdoctorada por la Universidad de Yale