A dos semanas de llevarse a cabo las elecciones en México tuvo lugar el tercer debate presidencial entre Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez. Poco influyó este último careo en la modificación de las preferencias electorales. El 2 de junio será la fecha definitiva para que la ciudadanía decida a quién le dará el triunfo en el proceso electoral de 2024.

En el encuentro organizado por el Instituto Nacional electoral (INE), el domingo 19 de mayo, en la sede del Centro Cultural Universitario Tlatelolco en la Ciudad de México, las candidaturas presidenciales se dieron cita para debatir en torno a la política social; inseguridad y crímen organizado; migración y política exterior; y, democracia, pluralismo y división de poderes. Pero, ¿quién ganó el debate?

Pese al despliegue multitudinario de la “marea rosa” en el Zócalo capitalino, convocado por Claudio X. González y los partidos políticos que impulsan a Xóchitl Gálvez –PRI, PAN y PRD–, la candidata de “Fuerza y corazón por México”, no logró despegar el pasado domingo. En el debate se le vio cansada y distraída.

Xóchitl Gálvez no consiguió conectar la vitamina que parecía haberle inyectado el acto del Zócalo, realizado durante la mañana el mismo día del debate. Malgastó el tiempo confrontando a Claudia Sheinbaum, perdiendo su oportunidad para hacer propuestas. Se situó en el papel de eterna opositora. No buscó el voto de los indecisos, sino que se conformó con hablarle a su voto duro. Si Xóchitl Gálvez no ganó, perdió.

Jorge Álvarez Máynez se desempeñó exitosamente en el debate. Dirigió su discurso a a los jóvenes, al igual que lo hizo en las dos ocasiones anteriores. Retomó el tema del rechazo a la guerra contra Gaza, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y la disminución de la jornada laboral a 40 horas. Cuestiones sensibles sobre las que no se declararon sus dos contrincantes.

El candidato a la Presidencia por Movimiento Ciudadano (MC) realizó tres buenos debates. Congruente en puntos clave como la migración, la seguridad y los programas sociales. Su posición en el tercer lugar le permitió aventurar propuestas más arriesgadas porque no tiene posibilidad de ganar la Presidencia. La apuesta de su partido está en 2030.

En este debate lució fresco y propositivo. Para los votantes indecisos que desconocen el historia política de Máynez y Dante Delgado –líder de MC–, esta opción se convertirá en una alternativa opositora el próximo 2 de junio.

Claudia Sheinbaum, candidata de la coalición “Juntos haremos historia”, conformada por Morena-PT-PVEM, se mantuvo centrada en sus propuestas, mostró conocimiento en los temas del debate y evitó caer en provocaciones.

El tono de la candidata oficialista fue presidencial y concluyó su participación comprometiéndose a llevar a México a través del camino de la paz y la prosperidad compartida.

A doce días de las elecciones, la mayoría de las encuestas apuntan a Claudia Sheinbaum como la próxima presidenta de México. Sin embargo, la batalla no concluirá el 2 de junio, será interesante observar la respuesta de los paladines de la democracia cuando el INE informe de los resultados.



Doctorada en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM y Posdoctorada por la Universidad de Yale

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