Los opositores a la 4T celebran el crecimiento “sorpresivo” de Xóchitl Gálvez en el terreno mediático y en las redes sociales. Y, aunque todavía no es declarada oficialmente candidata a la Presidencia de la República por el denominado “Frente amplio por México”, conformado por el PRIANRD, muchos de sus simpatizantes confían en que ocupará la silla presidencial en 2024.

Una vez más, la oposición cayó en la trampa política del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien subió al “ring” a Xóchitl Gálvez para disputar la Presidencia de la República, desplazando sus aspiraciones de ser jefa de gobierno de la Ciudad de México, donde se ubicaba como una de las favoritas y con fuertes posibilidades de triunfo.

Esta acción movió el foco mediático concentrado en los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena. La supuesta lucha intestina que comenzaba a tener lugar entre los contendientes fue sustituida por la irrupción de la figura de Xóchitl Gálvez en los medios de información corporativos.

Colocar a la senadora Gálvez como adversaria del presidente –y no de los aspirantes a ocupar la candidatura presidencial por el partido en el poder y sus aliados–, abrió un escenario para exhibirla ante el 70% de quienes apoyan al actual gobierno, sobre quién es Xóchitl Gálvez, los conflictos de interés que la acompañan y el proyecto político que representa.

El expresidente Vicente Fox sintetizó el proyecto de la oposición en la reciente entrevista realizada por el periodista Fernando del Collado en el canal de Latinus, al advertir que cuando la senadora Gálvez triunfe en las elecciones de 2024, espera que regresen las pensiones de expresidentes y retire los programas sociales.

El impulso de López Obrador a la candidatura de Xóchitl Gálvez, quien no cuenta con el apoyo total de los conservadores, quienes la consideran más cercana al discurso progresista, apuntaría a generar escisiones al interior del “Frente amplio por México”.

Sin embargo, la estrategia política del presidente no sólo está dirigida a los opositores, sino también al interior de Morena. Subir al ring a Gálvez está teniendo resultados que favorecen a Claudia Sheinbaum. Muchos de los seguidores de Marcelo Ebrard, quienes lo consideraban como lo “menos peor” de la 4T para los intereses de la derecha y los desencantados de AMLO, ahora se inclinan por Xóchitl Gálvez. Acción que está moviendo las preferencias del excanciller hacia la senadora, ampliando la brecha entre Ebrard y Sheinbaum.

La jugada del presidente impacta en dos bandas. Impone a la oposición una candidata con pocas posibilidades de lograr la Presidencia y libera de la presión que podría ejercer la senadora en la contienda por la Ciudad de México. Mientras que, por otra parte, apuntala su apuesta por Claudia Sheinbaum para dar continuidad a la 4T.

Por supuesto, en política nada está dicho. En un año, todo puede suceder. Es probable que Xóchitl Gálvez se quede en el camino, como sucedió con Lilly Téllez. Pero, por ahora, este es el escenario político que se vislumbra.

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