¿Cómo dar respuestas a todas las necesidades de la Sierra Gorda cuando los recursos económicos y el personal son limitados? La pregunta nos la hemos hecho durante 28 años, desde que Grupo Ecológico Sierra Gorda (GESG) surgió a partir de un grupo de individuos preocupados por la situación que se vivía en esta zona de México.
Desde entonces, hemos intentado abrazar a los más necesitados de este pulmón verde, el más ecodiverso del país. Paso a paso, y gracias a la buena voluntad de organizaciones internacionales, premios obtenidos y miles de gestiones para conseguir fondos nacionales y extranjeros, hemos consolidado una red de proyectos de la que hoy nos sentimos orgullosos.
Con los años de experiencia cargados en nuestros hombros, hoy sabemos que la conservación de los ecosistemas de la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda sólo puede lograrse generando oportunidades económicas para los propietarios de tierras locales.
A través de cuatro ramas principales de trabajo que, a su vez, se subdividen en un amplio entramado de hojas y nuevos tallos, llevamos a cabo programas innovadores.
Hasta hace poco, muchas familias serranas tenían pocas opciones para obtener ingresos más allá de la agricultura y la ganadería tradicional, la tala, la caza o la emigración a los Estados Unidos o a las ciudades.
Con nuestro apoyo a micro-empresarios serranos y el ecoturismo a la alza en México, nuevas oportunidades de ingresos están ya redituando a las familias, fortaleciendo sus capacidades y convirtiendo a la Sierra Gorda de Querétaro como Destino de Naturaleza y Cultura.
A día de hoy apoyamos a una red de microempresas que producen y comercializan cerámica, quesos de pastizal, bordados y alimentos orgánicos.
Por todo ello, somos un modelo reconocido bajo el estándar de Destinos Sustentables de la Organización Mundial del Turismo.
Por otro lado, en nuestras oficinas de Centro Tierra, ubicadas en Jalpan, compartimos la experiencia acumulada en la Alianza Sierra Gorda a través de una amplia oferta educativa.
Impartimos diplomados y cursos en línea sobre el retorno social de la inversión, así como aprendizaje para un futuro sustentable para empresas y docentes con material de la UNESCO.
Además, ofertamos el diplomado presencial en Manejo Holístico del Instituto Savory, que forma a educadores, líderes comunitarios, productores agropecuarios y técnicos para restaurar la fertilidad de los suelos.
Adicionalmente, desarrollamos ranchos y granjas piloto en la región de Sierra Gorda y San Luis Potosí, Chihuahua y Coahuila como casos concretos. Todo ello como parte de una estrategia de Coordinación Nacional Ganadera de la SAGARPA para el combate a la desertificación.
Y es que la adaptación al cambio climático es una de nuestras mayores preocupaciones. Por ello, tras años de lucha, hemos conseguido que los propietarios de los bosques reciban un pago por los servicios ambientales que sus ecosistemas nos brindan, como agua y aire limpios. Bienes que solemos dar por descontado pero que cada día son más escasos.
De esta forma, los bosques quedan libres de motosierras, incendios forestales y ganado y pueden regenerarse para volver a capturar carbono en el subsuelo, dando un pequeño respiro a una atmósfera sobrecargada de gases que ya no puede gestionar. Al mismo tiempo, los serranos mejoran su calidad de vida con los ingresos que obtienen.
Con nuestro proyecto Carbono Biodiverso, individuos, empresas y el Gobierno estatal han mitigado sus emisiones de carbono en bosques de la Sierra Gorda. Hasta el momento, más de 14,000 hectáreas de bosque han sido protegidas a través de este mecanismo de compensaciones de emisiones de CO2.
El próximo mes les compartiremos más de los proyectos que desarrollamos, siempre de la mano de las comunidades locales. Sin ellos, este proyecto no hubiera tenido razón de ser.