Uno de los elementos fundamentales de todo estado nación, es la población, misma que se asienta en un territorio y comparte una identidad nacional. En nuestro país, de acuerdo a los resultados del último censo de población y vivienda que cada década realiza el INEGI, en México existen más de 126 millones de habitantes, de los cuales, 2 millones 368 mil están asentados en Querétaro.

Derivado de lo anterior, y con base en el artículo 53 párrafo primero de la constitución política de los estados unidos mexicanos, el tamaño de los 300 distritos uninominales será el que resulte de dividir entre la población total. De ahí que, el producto de dividir la población total entre cada distrito da un resultado de 420 mil personas; no obstante, es importante hacer la aclaración que para esta operación se toma en cuenta a la población, no solamente a la ciudadanía, es decir, se consideran a todas las personas, independientemente de si tienen la mayoría de edad, pues el asunto tiene implicaciones en la representación política.

Todo lo anterior viene a cuento, ya que el pasado martes, se realizó un foro de redistritación nacional por parte del INE, en el cual se contó con la presencia del consejero nacional Ciro Murayama Rendón, así como del Director del Registro Federal de Electores, área técnica del órgano electoral encargada de tener actualizado tanto el padrón como la lista nominal, debidamente seccionada, es decir, ubicando a cada elector en su sección donde tiene derecho a ejercer su sufragio, tanto en las elecciones ordinarias, como en los procesos de consulta popular y de revocación de mandato.

Es así que, la buena noticia para la entidad queretana, es que logró incrementar un distrito uninominal debido a su dinamismo poblacional, por lo tanto, en la siguiente elección federal de 2024, las y los queretanos tendremos la representación de 6 diputados federales de mayoría relativa. Ahora, la mala es que, en función de las orientaciones políticas del electorado queretano lejos de hacer efectivo el principio de representación, todo apunta a que se contribuirá a consolidar la hegemonía del partido político gobernante.

Si bien los criterios de diseño institucional son certeros, legales, neutros e imparciales, al final del día la política termina imponiéndose a la técnica. Así que todo el esfuerzo que implicará tener una junta distrital adicional, terminará en ser el procedimiento para que se legitime el triunfo de alguna o algún integrante del actual partido en el gobierno.

A veces perdemos ganando.

Twitter: carlosfcps / FB: Carlos Velázquez

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