“La Bandera Nacional consiste en un rectángulo dividido en tres franjas verticales de medidas idénticas, con los colores en el siguiente orden a partir del asta: verde, blanco y rojo. En la franja blanca y al centro, tiene el Escudo Nacional, con un diámetro de tres cuartas partes del ancho de dicha franja” es lo que establece el artículo 3º de la ley sobre el escudo, la bandera y el himno nacionales. Lo anterior, viene a cuento pues como es del conocimiento público, el día de ayer conmemoramos el Día de la Bandera, motivo que nos lleva a la reflexión de nuestra identidad como mexicanas y mexicanos.

Hoy más que ayer, es importante resignificar lo que simboliza el lábaro patrio, pues en el año 2022 es de vital importancia para la supervivencia no solo del estado y nuestras instituciones, sino de la sociedad misma. En un contexto en el que, en razón de varios cambios culturales aparejados de la introducción masiva de medios electrónicos, la polarización social ha ido incrementándose en parte por la persistente desigualdad social, pero además por la rispidez en el debate público. Es así que, hoy en día cuando se habla de deconstruir diversos roles de género, con el propósito de gozar de identidades masculinas y femeninas con mayor aptitud para la convivencia social, es una oportunidad para deconstruir una nueva identidad de los individuos en su carácter de ciudadanos, pues la cultura política se ha vuelto más exigente en el reclamo de sus derechos, sin embargo, se ha relajado el cumplimiento de obligaciones.

Parte del sistema educativo ha fallado en la socialización de valores cívicos en la generación que hoy nos encontramos con la mayoría de edad y en plena capacidad para el ejercicio y goce de nuestros derechos, para muestra podemos ilustrar esta falta de empatía social en el llamado del órgano electoral a la ciudadanía, tanto para participar como funcionarios de casilla, como en otras funciones como la observancia electoral.

En las calles al recoger el sentir ciudadano, se pueden escuchar voces que prefieren inventar excusas para no dedicar unas horas de vida a su país. Como siempre, hay quienes deciden dar un paso al frente y hacerse responsables del llamado que hace no el INE, no el sistema de partidos políticos, ni mucho menos el presidente de la república, sino el estado mexicano en su conjunto, en otras palabras, la sociedad misma. Este 24 de febrero conmemoramos a nuestra bandera como sinónimo de identidad nacional de las personas que coexistimos en esta tierra a la que amamos y donde nacimos, hagamos patria y salgamos a votar este 10 de abril en la revocación de mandato.

Twitter: carlosfcps FB: Carlos Velázquez

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