El pasado 5 de diciembre se realizó la firma del convenio en materia de anticorrupción en el que participaron las universidades tecnológicas y politécnicas del estado; en el marco de ese evento la Universidad Politécnica de Querétaro fue reconocida como la primera universidad en el estado con el distintivo de buenas prácticas anticorrupción debido a que se capacitó a una población de más de tres mil personas en tales tópicos.
La lucha contra la corrupción constituye hoy en día un componente central en la agenda del fortalecimiento de las instituciones; los gobiernos y organismos internacionales impulsan, en el marco de diversas estrategias de desarrollo -como un tema central-, la lucha contra la corrupción, es decir le han llamado: la Agenda del Desarrollo. Distintos estudiosos de la materia han entendido hoy mejor que antes que no es posible el desarrollo sin instituciones de gobierno que sean legítimas y eficaces.
Asimismo ha quedado claro que la corrupción es una manifestación compleja por la variada composición social y, relativamente, es en exceso opaco su registro, por el carácter de ilegal o bien porque es socialmente censurable en su praxis. Lo primero hace difícil su medición y conceptualización, como al obligar a tomar bajo un mismo marco una variada gama de actividades diversas y prácticas, que se muestran en distintos ámbitos de la vida social igualmente plurales; lo segundo, hace más ardua su medición, tarea obligada para todos, sin embargo, para el análisis del fenómeno.
Como nos recuerda Tanzi (2008), el origen etimológico de la palabra corrupción se encuentra en la palabra latina rumpere que significa quebrantar. Se da a entender, por tanto, que a través de la corrupción se rompe o vulnera un proceder o “un estado de cosas” que se considera correcto. Aunque inspiradora, esta referencia etimológica es demasiado abierta como para hacer descansar sobre ella un concepto compartido e inequívoco del fenómeno de la corrupción, es, digamos, como la analogía del elefante que señala Tanzi, fácil de identificar, difícil de describir.
En ese orden de ideas, establecer dentro del sistema de educación superior tópicos reales sobre la sensibilización e importancia de los procesos anticorrupción resulta una tarea no solamente fundamental sino necesaria; la lucha contra la corrupción es la base del desarrollo que promueve la fortaleza institucional del gobierno y favorece la creación de la empresa, como medio principal hacia la movilidad social, de ahí la importancia de la certificación que recibe la Universidad Politécnica de Querétaro como la primera universidad con procesos anticorrupción.
El éxito del modelo de triple hélice queretana necesita en sus distintas variables la enseñanza de ética profesional y procesos tendientes a cuidar la industria desde una nueva óptica de honradez, lo que sin duda convierte a este tipo de acciones en un espacio de referencia para Querétaro. Enhorabuena por la UPQ.
Twitter: @CarlosCacl
Correo: