En 2016 Klaus Schwab, el fundador del Foro Económico Mundial, definió la cuarta revolución industrial de esta manera: “La Cuarta Revolución Industrial genera un mundo en el que los sistemas de fabricación virtuales y físicos cooperan entre sí de una manera flexible a nivel global”.
Lo que caracteriza a esta revolución es la interacción entre dominios físicos y digitales: es decir, la barrera, otrora infranqueable, del mundo digital y el mundo real, se desdibuja. Esta nueva etapa está transformando la forma en la que vivimos, nos relacionamos, trabajamos y en la manera en que generamos ingresos.
La industria de tecnologías de la información ha aumentado en estos últimos años, y la pandemia ayudó a su crecimiento exponencial, de estas tecnologías, la que más parece haberse desarrollado es la industria de los videojuegos, al día de hoy, es este rubro el que mueve más dinero en el mundo.
Según las estadísticas del portal MarketWatch, en el 2020 la industria alcanzó 179.7 mil millones de dólares en ganancias y de estas ganancias, China, Estados Unidos y Japón lideran el ranking mundial, ningún país de América Latina aparece entre los 10 primeros puestos, sin embargo, México es el segundo país de Latinoamérica que más consume videojuegos, solo después de Brasil.
El potencial de este mercado en el mundo es motivo suficiente para justificar que universidades públicas y privadas enfoquen sus esfuerzos por impulsar tecnologías para creación de software para desarrollo virtual encaminados a esta industria, la creación de startups es fundamental en estos tiempos. Así como las barreras entre lo real y lo virtual se desdibujan, también la línea entre universidades y empresas, cada vez más, estás primeras son garante de proyectos de corte empresarial y las startups cada vez más surgen de las universidades, pues es aquí en donde se pueden potencializar esfuerzos de creación e innovación metodológica, lo que facilita el proceso creativo y disminuye el porcentaje de fracaso en los estudiantes.
Con este panorama a la vista. Es imposible que Querétaro se quede solamente como espectador, nuestro estado se ha caracterizado por ser punta de lanza en temas de desarrollo industrial, y este sector de los videojuegos no puede ser una excepción.
En la Universidad Politécnica de Querétaro ya pusimos manos a la obra, hemos creado lo que llamamos “Fábrica de Ideas” un espacio destinado a la producción de software, producción audiovisual, desarrollo de proyectos virtuales. Estos proyectos no solo servirán para desarrollar conocimientos disciplinares y de producción creativa en los estudiantes, sino también habilidades de trabajo en equipo y de alta dirección.
La producción académica no está peleada con la producción económica cada vez más las universidades deben de preocuparse por generar ingresos de la mano con la industria, la función social de la universidad también ha cambiado en esta cuarta revolución industrial.
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@CarlosCacl