La educación de la actualidad se enfrenta al reto de construir un conocimiento integrado y coordinado entre distintas disciplinas que solucione problemas de la vida real, a través del desarrollo de las competencias creativas y el pensamiento crítico para la resolución de problemas prácticos, además que responda a la necesidad de los empleos del futuro, colaboradores con habilidades cognitivas, pensamiento crítico, capaces de resolver problemas complejos de manera eficiente, con capacidad de adaptación y todas las habilidades sumadas al dominio de su carrera profesional.
La educación STEM, (Science, Technology, Engineering y Mathematics, por sus siglas en inglés) de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, surge alrededor de los años 90 como un concepto de una nueva forma de educar a los estudiantes en estas áreas de conocimiento, respondiendo a la necesidad de generar profesionales en los ámbitos científicos y tecnológicos. Además, una educación STEM puede ayudar a preparar a los estudiantes para el futuro, ya que el mundo se mueve hacia una economía basada en la tecnología.
Gracias a las bondades de este modelo de educación es no sólo posible, sino imperante que los estudiantes reciban una educación en STEM desde una edad temprana para que puedan tener una mejor comprensión de los conceptos y la forma en que se relacionan con el mundo en el que viven. Prepararlos para los desafíos del futuro los ayudará a desarrollar habilidades y conocimientos que los convertirá en profesionales competentes y competitivos.
Enseñar a los estudiantes acerca de STEM desde edades tempranas también puede ayudar a inspirarles a tomar decisiones importantes sobre sus estudios y carrera, al motivarlos a interiorizar la importancia que tienen la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, su incidencia en el mundo en que viven y que sepan desenvolverse con ellas.
Formar estudiantes bajo este modelo permite incentivar la innovación y asociar el pensamiento lógico con la creatividad, que al día de hoy parecieran ser habilidades aisladas. Esto genera un aprendizaje proactivo en el que los estudiantes pueden adentrarse a estas áreas del conocimiento de manera práctica y teórica que los ayudará a tener un mayor éxito en el futuro.
Es por eso que, con el propósito de encaminar a más mujeres a las áreas STEM, docentes y alumnas de octavo cuatrimestre de la Universidad Politécnica de Querétaro (UPQ) intercambiaron experiencias laborales y de liderazgo este 10 de febrero.
La estudiante Valeria Tontle compartió que trabajó en una empresa de sistemas de seguridad automotriz, en la que auxiliaba a un departamento de 20 ingenieros de soporte. Comentó que se enfrentó a adaptarse entre la vida laboral y universitaria, así como con la gestión de comunicación y trabajo en equipo entre diversas áreas. En su turno, la ponente y maestra, Gloria Mata, comentó que en su primera experiencia laboral participó en un proyecto de ingeniería en computación para el sector educativo, donde los empleadores le dieron oportunidad de ser administradora de proyectos.