El juicio contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública federal durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (diciembre 2006-noviembre 2012), tuvo un veredicto el martes 21 de febrero de 2023: por UNANIMIDAD, las y los 12 integrantes del jurado lo declararon culpable de TODOS los cargos por los que estaba acusado o imputado.

Por primera vez en la historia de México, y de su relación con Estados Unidos (país vecino con el que comparte miles de kilómetros de frontera y alianzas estratégicas en ámbitos como el comercial y el militar), un exsecretario de Estado de México fue juzgado en una corte de Estados Unidos, bajo las reglas y el sistema de justicia de aquel país, sin injerencia o decisiones del gobierno federal de México en el caso.

La corte este de Nueva York, en Brooklyn, con una fiscalía, insisto, americana y el juez Brian Cogan al frente, decenas de testigos y tres semanas de duración, fueron parte del juicio contra García Luna, en el que la decisión del jurado resolvió y señaló que un hombre del gabinete de Calderón Hinojosa durante los 2 mil 390 días, o 72 meses del sexenio, negoció con narcotraficantes y perjudicó a millones de habitantes del país que, según, defendía.

Con base en estos hechos, cifras y contexto, ha sido de llamar la atención, o dar pena ajena, el papel que han jugado o asumido decenas de comunicadores, conductores y articulistas en medios de comunicación del país, al querer menospreciar lo ocurrido, y así intentar burlarse de sus lectores, radioescuchas y televidentes.

Mientras en Odontología y la labor de dentistas podemos ubicar las “muelas del juicio”, que cuando se extirpan causan múltiple dolor a pacientes; en la Comunicación Política en México de 2023, particularmente en la relación prensa-poder vía los ingresos de publicidad oficial, podríamos identificar la frase “MUELAS del juicio”:

Minimizar un hecho de interés público de trascendencia internacional.

Usar el espectro radioeléctrico en beneficio de una élite, sin pensar en las audiencias.

Exonerar, o intentar hacerlo, vía los medios de comunicación, cuando ni periodistas, comunicadores y menos el medio son parte de un Poder Judicial

Limpiar la “imagen” o el nombre de un exsecretario porque conviene a tus interese$.

Asumir que el “prestigio” de un país es igual que la inocencia o culpabilidad de una persona.

Silenciar el tema o la noticia, porque “piensas” (es un decir) que si no sale, no existió.

Los comunicadores y periodistas que insisten en negar la gravedad del hecho de interés público (el juicio), minimizar la decisión del jurado de la corte de Brooklyn, rechazar que las declaraciones de testigos tengan relevancia, o todo tipo de “maromas”, piruetas y deslindes discursivos, ocasionan que su credibilidad disminuya todavía más… o que los puedan relacionar con el partido político que encumbró al exsecretario, sin ser militante, al poder.

Han buscado múltiples maneras de distraer la atención o salirse por la tangente: algunos acostumbrados a tuitear de política diariamente y a todas horas, de repente dejaron de hacerlo y horas después tuiteaban sobre el partido de futbol Liverpool contra Real Madrid; otros evidenciaron clasismo contra integrantes del jurado, unos más decían que no era importante el juicio, entre otras acciones que solo causaron pena ajena.

¿Qué consecuencias traerá el veredicto del jurado, para Querétaro? Estaremos al pendiente… recordar que cuando García Luna era director de la AFI, tres mujeres indígenas de Amealco fueron injustamente detenidas y llevadas a prisión a inicios de 2006.

Periodista y profesor de la UAQ

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