A partir de las 8 de la mañana del domingo 2 de junio, comenzó un ritual de la democracia –inacabada o en proceso- mexicana cada seis años: la votación para elegir a la persona que tendrá la investidura presidencial durante los próximos seis años.

De acuerdo con la lista nominal del INE, 98.3 millones de ciudadanas y ciudadanos podremos ejercer el derecho al voto. En un mar de emociones y elementos como el uso de la razón, la ciudadanía de México elegirá a la candidata o el candidato que comenzará el sexenio, aquí sí con novedad, el 1 de octubre.

La movilidad, el transporte público, la crisis hídrica y la inseguridad pública son algunos aspectos y problemáticas que pueden considerar los jóvenes, personas adultas y personas adultas mayores al momento de decidir por quién votar, tanto para la Presidencia de la República como para Ayuntamientos, diputaciones locales y el Senado de la República.

Para un sector de la población en Ciudad de México (CDMX) y el país, asociar las palabras transporte, público y elección es recordar la tragedia del 3 de mayo de 2021 en la Línea 12, alcaldía Tláhuac de la capital. Entonces la Jefa de Gobierno era Claudia Sheinbaum, hoy candidata de la coalición “Sigamos haciendo historia” conformada por Morena, PT y PVEM.

Las muertes de 27 personas a causa del desplome y caída de los vagones todavía permanecen bajo una sombra de impunidad. Aunque hubo peritajes, investigación, indignación entre la población, las sanciones y las renuncias no ocurrieron o pasaron con base en la magnitud de la tragedia o negligencia.

Hablar de transporte público en Querétaro es referirse a las fallas de Qrobús, a pesar de las unidades que se compraron en Sudamérica y los constantes anuncios de la autoridad, o las fallas mecánicas o de frenos en las unidades.

La inseguridad pública es otro factor que puede considerar la población al momento de votar. A nivel nacional, la violencia empañó el periodo de campañas electorales: hubo 36 asesinatos de candidatos y candidatas en todo el país. Incluso en municipios como Coyuca de Benítez (Guerrero) los asesinatos ‘cobijaron’ tanto al candidato titular como al que fue sustituido por un mismo partido político. Así la gravedad de la situación.

En el caso de Querétaro, el panorama tampoco es halagador. Asesinatos con sello de ejecuciones, alza en incidencia delictiva del fuero común, primeros lugares en delitos relacionados con violencia de género, son parte del saldo que ha arrojado la primera parte del sexenio del gobernador Kuri y los últimos seis años de gobierno del PAN en capital.

La ciudadanía podría pasar castigo al partido político en las urnas hoy.

Una tercera problemática a considerar es la crisis sociohídrica que se vive en México y Querétaro. ¿Qué candidatas y candidatos tienen claridad en el diagnóstico y las propuestas? Sería una reflexión de interés antes de marcar las cinco o seis boletas electorales hoy (cargos federales y locales).

La sequía y la escasez de agua son el presente del país. Además, normativas o marcos jurídicos que en su articulado no cuidaron lo colectivo están bajo escrutinio.

Un ejemplo cercano: la “Ley de Aguas” de Querétaro, aprobada por la LX Legislatura el 19 de mayo de 2022. La consejería jurídica de la Presidencia de la República ya presentó acciones en contra, que se suma a la acción de inconstitucionalidad de colectivos y organizaciones, pendiente de ser discutida y votada en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

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