El espacio y el tiempo son dos categorías que dan significado al ser humano. Nos dan sentido de ubicación. Generan tranquilidad, preocupación, alegría, tristeza, presión (“estrés” en el habla citadina, capitalista y occidental), entre otras emociones.
En nuestro país, el “tiempo mexicano” (Carlos Fuentes dixit) implica una serie de desafíos o reflexiones. Vivimos cobijados por esa dimensión. En su obra homónima publicada en 1971, ya con varias reimpresiones, Fuentes proporciona varias ideas y apuntes que motivan al desciframiento de ciertos códigos, conductas y pensamientos propios del “mexicano”.
“Nuestro tiempo se nos presenta impuro, cargado de agonías resistentes. La batalla es doble: luchamos contra un tiempo que, también, se divierte con nosotros, se revierte contra nosotros, se invierte en nosotros, se subvierte desde nosotros, se convierte en nombre nuestro”, publica Fuentes al inicio de su obra.
La agonía de diciembre, último mes del calendario occidental que nos estructura la existencia por años, puede conducir a pensar y significar el tiempo. Aquello que se hizo y se logró “en el año”, con los pendientes y las metas no alcanzadas.
Pensamos en el año y mes que se aproximan. Situarse en espacio y tiempo. México. 2026.
Segundo gobierno de la llamada “Cuarta Transformación”. Las conferencias de prensa matutinas, generadas y transmitidas desde Palacio Nacional la mayoría de las ocasiones, permean, configuran y le dan sentido a la narrativa política.
Siete años han transcurrido del comienzo de esta herramienta de comunicación política y pareciera que la oposición todavía no descifra las coordenadas para contrarrestar “las mañaneras” —primero del expresidente López Obrador, de la Presidenta Claudia Sheinbaum a partir de octubre de 2024—.
En lo que respecta a las omisiones o pifias del gobierno federal en materia de comunicación, hay una reciente del 2025 relacionada con el tiempo. No por descalificar o incluir a políticos desacreditados en el costal de la llamada “generación Z”, grupo social categorizado justo con base en cuestiones temporales, implica taparse los oídos o los ojos de la inconformidad y malestar de miles de habitantes a lo largo y ancho del país.
El 2026 también traerá retos y desafíos en cada entidad federativa, tanto para sus gobiernos estatal y municipales, como para los partidos de oposición, la ciudadanía y la llamada sociedad civil organizada.
Habrá que seguir con lupa lo que ocurra en estados donde habrá elecciones en 2026 y 2027, sobre todo donde la oposición política a la “4T” todavía mantiene el poder —Querétaro—.
Año significativo para el futbol
Para las personas aficionadas al futbol, la vida no se estructura temporalmente por décadas, sexenios o trienios, sino en mundiales (cada cuatro años). Después de transitar por África (2010), Sudamérica (2014), Europa (2018) y Medio Oriente (2022), la “fiesta” y el negocio principal de la FIFA regresan a Norteamérica.
Junio es el mes que México, Estados Unidos y Canadá serán sedes. El inicio del torneo está cargado de símbolos y recuerdos marcados por el tiempo: evocar la competencia del 2010, con las mismas selecciones del partido inaugural, e incluso del mismo director técnico en el caso del equipo mexicano (¡!). El “tiempo mexicano” en sus distintas facetas.
Los hermanos Gallagher y Rod Stewart, relevantes en tiempo musical del 2025
El año dejó satisfacciones y reencuentros en el ámbito de la música. Los hermanos Noel y Liam Gallagher volvieron juntos a la escena como Oasis, el 4 de julio. Nos recordaron “Live Forever”, “Wonderwall” y “Champagne Supernova”, entre otros éxitos de su trayectoria, el viernes 12 y sábado 13 de septiembre en CDMX.
Rod Stewart volvió a Querétaro 36 años después de los conciertos que marcaron un hito. El Corregidora recibió al cantante de 80 años, una fría noche de octubre, para disfrutar el rock británico del siglo XX.
Periodista y profesor de la UAQ