Araceli Ardón

Tus sueños profundos

Lo que se ha comprobado es que las personas sueñan cuando sus ojos se mueven por debajo de los párpados

Los sueños, esas series de imágenes que aparecen dentro de la mente humana cuando dormimos y que por lo regular no recordamos, son de primordial importancia para nuestro equilibrio emocional.

Entre otras funciones, realizan la consolidación de la memoria, guardando los recuerdos que consideramos significativos por la carga de sentimientos con que los vivimos. Por ello, si durante el día hemos sufrido una pérdida, una experiencia frustrante o un cambio de planes, es posible que tengamos sueños fragmentados o pesadillas.

Hay expertos que aseguran que los sueños ayudan a procesar los momentos difíciles para estar listos al enfrentar nuevos retos. Así, los sueños serían un resultado de la actividad del cerebro durante el tiempo en que dormimos, de manera que al despertar podamos comenzar la mañana con energía positiva.

Por otra parte, hay investigadores que les atribuyen un significado profundo a nivel psicológico, como el reflejo de deseos inconscientes o la compensación de un desequilibrio. Sin embargo, no hay una teoría comprobada que vincule un contenido específico de los sueños de un individuo con su entorno en la vida real, en lo que se vive durante el día.

El gran problema, por supuesto, es que nadie puede al mismo tiempo estar profundamente dormido, con sueños proyectados en la pantalla de la mente, y tener la posibilidad de explicar el contenido de las imágenes. Esta es una de las grandes paradojas de la humanidad, que ha llevado a los pensadores, científicos, médicos y poetas a especular sobre los sueños y sus significados.

Lo que se ha comprobado es que las personas sueñan cuando sus ojos se mueven por debajo de los párpados. El rápido movimiento ocular indica que el sujeto de la investigación está soñando y, por tanto, está integrando nueva información a su memoria, vinculada con las emociones vividas.

Los sueños nos ayudan a separar la emoción de la experiencia vivida, para reducir la ansiedad y la preocupación. Algunos investigadores afirman que tenemos en la cabeza un sistema que permite una terapia psicológica nocturna de la que apenas nos damos cuenta.

Simulación de riesgos: una teoría propone que los sueños son una manera de simular retos futuros en potencia para prepararnos a enfrentar situaciones difíciles en la vida cotidiana.

Lo que está bien claro es que necesitamos dormir a profundidad para asistir al cine personal que tenemos en las zonas del cerebro. La privación del sueño es dañina y provoca estrés. Cada uno sabrá encontrar su manera de soñar mejor para despertar con más lucidez.

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