En 2021, Movimiento Ciudadano (MC) ganó las elecciones por la gubernatura de Nuevo León con casi 800 mil votos, lo que convirtió a Samuel García en gobernador de dicho estado. En segundo lugar, quedó el PRI con poco menos de 600 mil votos y, en tercer lugar, el PAN con poco menos de 400 mil votos. Esto es relevante pues indica que la voluntad del pueblo de Nuevo León es que fuera gobernado por un integrante de MC.

Sin embargo, los partidos perdedores, aprovechando su mayoría en la cámara de diputados local, trataron de imponer a uno de los suyos como gobernador interino aprovechando que García había pedido licencia con el fin de competir por la presidencia de la república.

La actitud de los perdedores, PRI y PAN tiene una razón de fondo. La molestia y el temor del PRIAN por una candidatura de MC a la presidencia de la república.

Molestia y temor se derivan de que MC es también un partido opositor al gobierno de la 4T por lo que el PRIAN sabe que el voto opositor se dividirá, por lo que el triunfo de Claudia Sheinbaum sería más contundente.

Pero molestia y temor también derivan de que la candidata del PRIAN, Xóchitl Gálvez, no levanta, a pesar de que tiene meses en campaña con un amplio apoyo de medios opositores al actual gobierno. El PRIAN sabe que García podía mandar a Gálvez al tercer lugar y que como consecuencia el PRIAN tendría menos legisladores, tanto diputados como senadores.

El PRIAN activó una estrategia con el fin de descarrilar la candidatura de Samuel García: nombrar a un gobernador interino de los suyos, violentando de esta manera la voluntad popular del pueblo neoleonés.

Dado que el PRIAN tiene mayoría en la cámara de diputados local (14 el PRI y 14 el PAN, de un total de 42) y dado que corresponde al congreso local la designación del gobernador interino, primero nombraron al panista Arturo Salinas Garza, inelegible, de acuerdo con la constitución local, pues es el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Nuevo León. Como no les resultó, y en medio de un conflicto mayúsculo en la sede del congreso, después nombraron a Luis Enrique Suárez quien fue subordinado, en Monterrey, de Adrián Garza de los Santos, candidato del PRI a la gubernatura que perdió con Samuel García.

Para evitar que el PRIAN se saliera con la suya, García decidió cancelar su licencia y ya no competir por la presidencia de la república. El PRIAN se salió con la suya, pero puede ser una victoria pírrica en caso de que MC insista en tener un candidato propio.

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