De manera cínica, la actual oposición y los medios que la respaldan se escandalizan de la actual deuda de Pemex, como si ellos no tuvieran nada que ver.

Es necesario recordarle a esa oposición del PRIAN, que ellos ya gobernaron a nivel federal y que ellos administraron, de manera pésima, a nuestro sector energético, no sólo a Pemex sino también a CFE y a la desaparecida, por el panista Felipe Calderón, Luz y Fuerza del Centro.

El pasado 5 de agosto el secretario de Hacienda presentó, en la conferencia matutina de la presidenta, la “Estrategia Integral de Capitalización y Financiamiento de Pemex”. Dentro de dicha presentación se mostró el histórico de la evolución del saldo de la deuda de Pemex en el período 2007-2024.

En ese histórico podemos ver que, en 2008, cuando gobernaba el panista Calderón, la deuda de Pemex era de 43 mil millones de dólares, para finales de su sexenio, esa deuda había aumentado 17 mil millones de dólares más, para alcanzar los 60 mil millones.

En el sexenio del priista Peña Nieto, la deuda tuvo un aumento impresionante de 45 mil millones de dólares para llegar a casi los 106 mil millones de dólares, es decir, el PRIAN le heredó a los gobiernos de la 4T una deuda de más de 2 billones de pesos.

En dos sexenios del PRIAN, la deuda se incrementó un 130 por ciento, es decir dos veces y media. De 43 mil a 106 mil millones de dólares. Un aumento tremendo de 63 mil millones de dólares en tan sólo dos sexenios. Se necesita ser muy caradura para hoy escandalizarse del nivel de una deuda que incrementaron de manera notable los gobiernos del PRIAN.

En el sexenio pasado, el primer gobierno de la 4T no sólo no aumentó la deuda, sino que la disminuyó a menos de 98 mil millones de dólares, cerca del nivel que se tenía en 2016. Se estima que para finales de este año la deuda se haya reducido un 16 por ciento, pues será inferior a los 89 mil millones, casi el nivel que se tenía en 2015 y se estima que para finales de sexenio será del orden de los 77 mil millones, el nivel que se tenía en 2014.

Cabe señalar que la deuda de Pemex se disparó después de la fatídica reforma energética del PRIAN. Pues en 2013, antes de la reforma, la deuda era de 64 mil millones y, como ya señalamos, creció en un solo sexenio, ya con la reforma implementada, a los 106 mil millones de dólares.

El PRIAN nos debe aún una explicación: ¿en qué se gastaron tanto dinero? Dado que no sólo no construyeron grandes obras de infraestructura para Pemex, sino que, por el contrario, abandonaron las instalaciones y la exploración de petróleo y gas.

anbapu05@yahoo.com.mx

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