Israel es un estado artificial que nació el 14 de mayo de 1948 con base en la resolución de la ONU, la 181, conocida como la partición de Palestina.

Hasta antes de 1946, lo que hoy es Israel y Palestina, era prácticamente todo Palestina, una región que había sido controlada largamente por el imperio británico, imperio que comenzó a decaer después de la Segunda Guerra Mundial, para dar paso al imperio sucesivo, el imperio norteamericano.

Dentro de los grandes problemas heredados por los ingleses, está el problema de Palestina. Son los ingleses quienes impulsaron la creación de un estado israelí, no en terreno de Inglaterra, sino en terrenos ajenos, las tierras de los palestinos.

Con el plan de la ONU, el 54 por ciento del territorio palestino pasó a manos de los israelíes, dejando a los palestinos con sólo el 46 por ciento, menos de la mitad, de un territorio que les pertenecía casi por completo.

Eso sucedió hace 77 años y no es posible comprender el presente, el ataque de Hamas a Israel del pasado 7 de octubre, sin tener en cuenta esta triste historia de casi 80 años de existencia.

La cuestión es que después de la llamada “guerra de los seis días” Israel se anexionó, de manera ilegal, aún más territorios palestinos a grado tal de que se perdió la continuidad en el territorio palestino, dividiendo a este pueblo en dos zonas no contiguas, Cisjordania y la franja de Gaza.

Violando múltiples resoluciones de la ONU, Israel ha invadido, de manera ilegal, más y más territorios palestinos, promoviendo y sosteniendo asentamientos de “colonos” en territorios palestinos, despojando a estos últimos de sus territorios, de su agua y de todos sus recursos ante la impotencia de la ONU. Para la ONU, Palestina es un territorio ocupado ilegalmente por el estado de Israel.

Es verdaderamente paradójico que un estado que nació por mandato de la ONU, Israel, se niegue a acatar decenas de resoluciones del mismo organismo que le dio origen. Por ejemplo, desde 1967 la ONU aprobó la resolución 242 en la que se exige la retirada de las fuerzas armadas de Israel de los territorios ocupados y se le pide a Israel respeto y reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de los estados de la zona y su derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas. Ya pasaron 56 años de dicha resolución e Israel sigue sin acatarla, con el apoyo de Estados Unidos y de unos cuantos países más.

Así que no podemos comprender a cabalidad el ataque de Hamas, del 7 de octubre, sin este contexto elemental.

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