Nuestro congreso está formado por 25 diputaciones. 15 de mayoría relativa y 10 plurinominales.
En las elecciones del año pasado, el PAN sufrió una estrepitosa derrota en la elección de diputaciones locales. De las 15 posiciones en disputa, el PAN sólo ganó 2 solo y 3 más en coalición con el PRI y con el desaparecido PRD.
En contraposición, Morena ganó 2 diputaciones compitiendo solo y 8 más ganó la coalición Morena, Verde y PT.
Así que, en términos generales, el PAN con sus aliados sólo ganó 5 de las 15 diputaciones en juego (apenas una tercera parte). Mientras que los partidos de la 4T ganaron las otras 10 (dos tercios de las posiciones en disputa).
Una vez asignadas las 10 diputaciones plurinominales y reacomodos en las bancadas, actualmente la fuerza mayoritaria en el congreso local es Morena (11 diputaciones), seguido del PAN (8 diputaciones). El Verde y MC cuentan con 2 cada uno y el PT y el PRI con una diputación cada uno.
Con estos resultados, cualquier partido democrático los debería haber aceptado. Pero, en el congreso local, el PAN ha venido mostrando su talante fuertemente antidemocrático, al no aceptar la voluntad popular de las y los queretanos.
Efectivamente, lo que vimos el pasado 30 de septiembre es verdaderamente vergonzoso tanto para Acción Nacional como para la democracia en nuestro estado. Ese día debería haberse elegido la nueva mesa directiva del congreso, que ya había sido presidida por la segunda fuerza, el PAN.
Quedó documentado, mediante videos, que circularon a nivel nacional, cómo un diputado del PAN (Enrique Correa) se roba las boletas de votación, mientras que otro diputado panista (Guillermo Vega) se roba la urna de votación con los votos ya emitidos. Al más puro estilo porril del PRI de los años 70 del siglo pasado. Algo que pensábamos que ya había quedado atrás.
Estas actitudes muestran que los panistas son pésimos perdedores y que tratan, a toda costa, de aferrarse al poder, pasando por encima de la voluntad popular, que les dio la espalda en las elecciones del año pasado.
En contraposición, a nivel federal, quien preside la mesa directiva, actualmente, es la panista Kenia López Rabadán, a pesar de que en las elecciones federales del año pasado el PAN quedó como cuarta fuerza en las diputaciones de mayoría relativa, al ganar sólo en 31 distritos electorales de los 300 en disputa, es decir, apenas un 10 por ciento. Quedó por debajo del Verde (que ganó 44 distritos) y del PT (que ganó 36).
Ojalá y los panistas recapaciten y les quede claro que en democracia a veces se gana y a veces se pierde.
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