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El senador plurinominal del PAN, el queretano Ricardo Anaya, coordinador de la fracción del PAN en el Senado, anunció públicamente que no saldría a votar el pasado primero de junio. Sin embargo, panistas y pro-panistas de Querétaro, y muy probablemente de otros estados de la República, no le hicieron caso y salieron a votar el primero de junio.
Ricardo Anaya debería de saber esto. En Querétaro círculos pro-panistas también estuvieron repartiendo “acordeones” para la elección. Así que no les queda quejarse de tales instrumentos, pues ellos también los utilizaron.
¿De qué se quejan las y los panistas? En sus acordeones es evidente que para la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) quedaron dos de cinco de las mujeres que promovieron: Yasmin Esquivel y Loretta Ortiz. También quedaron dos de los cuatro hombres que promovieron: Hugo Aguilar y Azael Figueroa. En total, de nueve lugares, quedaron cuatro personas impulsadas por las y los panistas, nada mal para ser un partido de oposición minoritario.
Pero tampoco les fue mal con la elección del Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ) pues, en el caso de las mujeres, quedaron dos de sus tres propuestas: la queretana Celia Maya e Indira García y uno de los dos hombres que propusieron para el cargo: Rufino León. Así que, de cinco puestos en disputa, obtuvieron tres, nada mal.
Y en el caso de la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tampoco les fue mal, pues quedó una de las candidatas que impulsaron, Claudia Valle Aguilasocho. En este caso, obtuvieron una de dos candidatos.
En síntesis, de los 16 cargos en disputa en la elección nacional, la mitad fueron impulsados por pro-panistas. Nada mal para un partido que el año pasado sólo obtuvo el 16 por ciento de los votos en la elección presidencial.
Claro, les hubiera gustado que quedaran también otras de sus candidatas como la exprocuradora en el narcogobierno de Felipe Calderón, Marisela Morales, o la exdiputada del PRI y esposa del exprocurador del panista Vicente Fox (Rafael Macedo de la Concha), Zulema Mosri, o incluso Paula García Villegas Sánchez Cordero o, en el caso de los hombres, Sergio Molina o Ricardo Sodi.
Es decir, a la derecha mexicana le hubiera gustado quedarse con el pastel completo. Es inútil e hipócrita que hoy se quejen de que Hugo Aguilar será el nuevo presidente de la SCJN, cuando ellos mismos, en sus acordeones, promovieron su elección.
anbapu05@yahoo.com.mx