El próximo 2 de junio vamos a vivir uno de los procesos electorales más grandes e importantes de nuestra historia hasta ahora, millones de mexicanas y mexicanos van a elegir a quien dirija nuestro país durante los siguientes seis años, y justamente el día de ayer concluyó la primera etapa del proceso que es la precampaña de las candidatas y candidato presidencial.
Esta etapa yo la definiría como insólita; ya sé, podrán pensar que esa palabra últimamente se utiliza a la ligera en todo lo que tiene que ver con política, pero es que resulta increíble que durante este proceso de precampaña no solamente vimos los diversos eventos que las candidatas y candidato sostuvieron con su militancia y simpatizantes a lo largo y ancho de la República mexicana, sino que además pudimos apreciar la cara más oscura de la política mexicana.
No es de extrañarse que los procesos electorales estén llenos de sorpresas, pero créanme cuando les digo que el proceso de precampañas de finales del 2023 y principios del 2024 se quedará como parte de la historia moderna. Las precampañas comenzaron con Claudia Sheinbaum como puntero de las encuestas; spots fosfo-fosfo, reuniones con militantes y simpatizantes; así como los pleitos entre el Congreso de Nuevo León y su gobernador Samuel García, en los que los dimes y diretes en la Sultana del Norte, provocados principalmente por el PRI y PAN que tienen mayoría, generaron varios revuelos.
Al final, tanto chisme y amenazas trajeron como consecuencia descalificaciones públicas de Movimiento Ciudadano hacia la alianza de Va por México, y hay quien dice que todo este tema va a traer como consecuencia que MC acompañe las reformas que va a enviar nuestro Presidente este 5 febrero; ya veremos qué sucede.
Además de lo acontecido, lo más notorio de la precandidata de la oposición fue su falta de astucia, pues hoy sabemos que el teleprompter no es su mejor aliado; que la memoria le falla seguido, tan es así que no podía recordar el nombre del libro que ella misma escribió; que su nepotismo afloró al nombrar a sus hijos como parte de su equipo de precampaña, y que la sororidad y la perspectiva de género no se le da, pues cerró este periodo “retando” a Claudia en los debates “si le dan permiso”, frase que no sólo demuestra su desesperación, sino que nos muestra la actitud machista de la precandidata.
Con tantas cosas pasando en la alianza, priistas de toda la República han abandonado sus bancadas integrándose a otras fuerzas políticas o incluso expresando su apoyo públicamente a Claudia Sheinbaum; algunos panistas también han saltado del barco para integrarse a las filas guindas; para acabar pronto, ha sido tanto el desastre de la oposición en esta precampaña que Marko Cortés hizo público el acuerdo suscrito con el PRI para las elecciones de Coahuila y del que hablamos la semana pasada, retratando claramente que los partidos que integran la alianza Va por México son de lo más ruin de este país y que en realidad no les importan las y los mexicanos, pues para ellos, su amo y señor es el dinero y los negocios en lo oscurito, por eso la oposición está en vías de extinción.