¡Abuelito! Mi mamá se fue bien temprano a votar, y de ahí se iba con sus amigas a desayunar a no-se-dónde. Yo ya había quedado en ir a votar por primera vez en mi vida contigo. ¡Ya estoy listo! Por cierto, ¿por quién vas a votar?

—No te lo voy a decir. ¡Y no porque el voto sea secreto!, ni nada de esas jaladas, sino porque quiero que reflexionemos juntos las posibilidades. Espero que hayas leído las notas y los artículos que te mandé a tu Face.

—Sí abuelito, leí todo lo que me 
mandaste.

—Cuando los gobernantes de una ciudad, a pesar de cobrar contribuciones e impuestos a todos los habitantes por parejo, se niegan a brindar los mismos beneficios a toda la población por igual, se está realizando un acto de traición a la ciudadanía. Y más aún si esta acción, de traicionar a las personas, rompe con las leyes que le costaron la vida a nuestros héroes nacionales como Benito Juárez.

—Entiendo que es una traición.

—“Algo huele podrido en Dinamarca…”, ¿ya habías escuchado esa frase?

—No abuelito.

—Cuando William Shakespeare al escribir Hamlet, su obra de teatro más larga, puso esa frase en labios de Marcelo, uno de los soldados que defendían al reino de Dinamarca, del cual Hamlet era el príncipe, lo que quiso decir era que algo turbio estaba ocurriendo en el seno del gobierno, que con el nuevo rey que estaba llegando a gobernar, algo malo se avecinaba para la ciudadanía.

—¿Me estás diciendo que algo malo está por ocurrir con el nuevo gobierno que llegue a Querétaro?

—Tú dime si algo no huele mal cuando cuatro, de siete candidatos a la alcaldía rompen con las leyes de reforma, asumiéndose como católicos y asistiendo a un evento organizado por la Diócesis de Querétaro, donde les pidieron que aborden desde la perspectiva del catolicismo los temas de la familia y el matrimonio entre hombres y mujeres.

—Pues sí, eso huele mal…

—“Algo huele podrido en Dinamarca”, cuando uno de los punteros para la presidencia municipal se comprometió a defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y a prevenir en las escuelas adicciones, embarazos adolescentes y acoso escolar. También dijo que pretende hacer de Querétaro, la capital de la paz, sin comprender que 
al no respetar el estado laico y a todos los tipos de familias, nunca va a lograr la paz en ningún lado, ¿y sabes por qué no lo logrará?

—¡Sí!, me explicaste que la paz se da con base a la inclusión, al apoyo y al respeto de cualquier forma de pensar, y que muchas de las adicciones y en gran medida el acoso escolar, que 
a veces llega al suicidio, en nosotros los jóvenes, son justo el resultado de esta exclusión.

—¡Exacto! “Algo huele podrido en Dinamarca”, cuando otro de los punteros de las encuestas aceptó la presidencia estatal de uno de los partidos políticos, porque encontró similitudes de ese partido con sus creencias religiosas, las cuales se oponen al matrimonio homoparental y a la interrupción legal del embarazo, además declaró que, “la política está así porque sacaron a Dios de la política”.

—Pues desde su perspectiva cristiana, ahí es donde cabe eso de “Al César lo del César, y a Dios lo que es de 
Dios”, ¿no?

—¡Exacto! Se trata de gobernar para todos por igual, respetando la separación del Estado y la iglesia, y no haciendo de su oficina, el púlpito donde celebra misa. Por eso, los organizadores de la marcha tenían razón al llamar al gobierno, omiso, simulador de diálogo y por lo tanto, excluyente.

—Lo que ellos hicieron fue demostrar que “Algo huele podrido en Dinamarca”, y en Querétaro también. ¡Ya sé por quién votar! ¡Ya vámonos!

josuequino@gmail.com

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