Alejandro Huerta Sobrino

Cerrando filas: enfoque práctico de productividad

Hablar de productividad tiene varias aristas: a nivel macroeconómico se refiere al producto interno bruto de las naciones para determinar su riqueza a través de la producción de bienes y servicios dividiendo este valor entre la población total con el fin de determinar su producto per cápita. De esta forma se conoce cuanto aporta cada individuo a la riqueza nacional, por supuesto que son varios factores que influyen en el crecimiento anual de la productividad a saber; las condiciones laborales, el pleno empleo, la infraestructura disponible, la inversión, la tecnología, el talento disponible, etc.

Para México el Fondo Monetario Internacional reportó que para 2024 el Producto per cápita fue de $20,669 dólares anuales.

Sin embargo, cuando nos referimos al ámbito empresarial, necesariamente tenemos que considerar su organización, la cultura particular de la empresa, su talento, sus incentivos, su tecnología para la gestión de sus procesos internos, su competencia, etc. Puedo señalar sin temor a equivocarme que la mayoría de las empresas llegan a ser improductivas e ineficientes cuando no establecen con claridad lo que cada uno debe hacer y lograr.

Bien sabemos que existen roles de trabajo que cada uno debe asumir y desempeñar, los niveles operativos regularmente están enfocados en la ejecución por lo que se requiere precisar sus tareas y conocer que “deben hacer”, por supuesto atendiendo a los estándares de calidad establecidos por la empresa. Los siguientes niveles de jerarquía ya cuentan con facultades y mando para tomar decisiones por ello su propósito será el logro de resultados, pues administran recursos humanos, financieros, materiales, y tecnológicos, para ello existe una metodología conocida como los KPI´s, que se refieren a la necesidad de establecer los indicadores de medición de su eficiencia con el fin de determinar el grado de “cumplimiento sobre los resultados esperados” en un tiempo determinado.

Para los niveles de alta dirección, la responsabilidad básica está en la “resolución de problemas”, para ello se determinan los objetivos clave de la empresa y los resultados globales que se esperan, construyendo así los OKR´s para las diferentes funciones, en Ventas (ingresos), Finanzas (rentabilidad), Recursos Humanos (desarrollo de talento y estabilidad laboral), Producción (manufactura de bienes), etc. De esta forma podremos entonces alcanzar la productividad anhelada empresarial y con ello la sostenibilidad y continuidad del negocio.

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