Poco a poco se va construyendo el escenario de las elecciones de 2024. Venimos de etapas que han codificado al país como un campo de batalla en donde se disputarán dos proyectos para el futuro inmediato: el de continuar con la 4T, por lo menos en la narrativa, o cambiar el rumbo. Sin saber con mucha exactitud cuál es será el alcance real de cada uno, las dos candidatas que encabezan la disputa expresan generalidades y tratan de hacer esbozos de lo podría ser su gobierno, pero en realidad no hay certeza del rumbo que tomará el próximo sexenio.

El presidente ha confirmado este 5 de febrero que él será un factor decisivo en estas elecciones, y que prácticamente estará de forma simbólica en los comicios para convertirlos en un referéndum: según su narrativa es apoyar a la 4T y a Morena para seguir con la transformación o, por el contrario, regresar a un pasado de abuso y corrupción. Para lograr ese objetivo AMLO toca el pandero y quiere cambiar el final de su sexenio, es decir, en lugar de terminar sus pendientes y hacer el balance de lo que se logró y lo que falta por hacer, se ha embarcado con un gran paquete de 20 reformas constitucionales que pretenden cambiar las reglas del juego en temas muy importantes para el país: reformas al poder judicial; a las reglas electorales (el plan A); a las condiciones de bienestar (salarios, pensiones, vivienda); suprimir órganos autónomos, ¿cuáles? (por “onerosos y elitistas”); apuntalar los programas sociales en la Constitución; otra reforma eléctrica; pasar la Guardia Nacional en la SEDENA; promover trenes de pasajeros, entre otras. En suma, se trata de amarrar el futuro de la 4T. Es una agenda de gobierno a menos de 8 meses de terminar el sexenio.

Las coaliciones electorales se preparan para la etapa de campañas que llegará formalmente a principios de marzo, y será la última fase de una larga pelea por el poder. Cuando faltan 116 días para las elecciones ya se han delineado muchas de las piezas del rompecabezas electoral: tres candidaturas presidenciales; encuestas que ubican a Xóchitl 16 puntos abajo de Claudia (El Financiero, 29/I/2024). ¿Qué tanto pueden cambiar las preferencias de votación en los próximos 100 días? Hoy Morena y sus aliados llevan una delantera considerable en la elección presidencial, por eso la batalla electoral más importante será el Congreso. ¿Podrá Morena y sus aliados conseguir mayoría calificada? La aritmética dice que no, pero la política puede dar una sorpresa.

Mientras tanto el pandero del presidente sonará durante los próximos 116 días para reafirmar su hegemonía y asegurar su herencia. Veremos en los próximos meses cómo se procesa el debate sobre las iniciativas de reforma y cómo se ajustan las preferencias electorales…

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