Cada año, las y los mexicanos celebramos con júbilo y mucho orgullo a septiembre como el mes patrio, para conmemorar el inicio de la lucha por la Independencia de nuestro país.
Todos identificamos estas fiestas con los antojitos característicos y los platillos más clásicos de nuestra gastronomía, las bebidas de frutas refrescantes o a base del sabroso tequila -que debe disfrutarse con moderación-, además de la tradicional ceremonia del Grito de la Independencia, que algunos gustan presenciar desde nuestras hermosas plazas en cada rincón del país y que otros prefieren ver por televisión.
Estas festividades no solo nos recuerdan el valor y sacrificio de nuestros héroes nacionales, sino que también nos brindan la oportunidad para reflexionar sobre nuestra identidad y lo que podemos aportar para mejorar el México que tenemos actualmente y formar el que queremos en el futuro.
Los mexicanos compartimos valores fundamentales que nos unen como sociedad y que nos deben impulsar hacia ese futuro con desarrollo, armonía y bienestar. Uno de estos valores es que siempre ponemos a la familia primero, como un pilar que nos ayuda para fortalecer nuestro tejido social y generar solidos lazos.
Fomentar esta unidad de apoyo mutuo crea una base sólida para el bienestar emocional y económico de cada individuo, por lo que este arraigo a nuestras raíces familiares nos brinda estabilidad y un sentido de pertenencia.
El respeto es otra virtud que nos ayuda para promover una vida armónica y la mejor convivencia pacífica. La tolerancia y la inclusión hacia las diferencias culturales y las creencias individuales, son un reflejo de nuestra diversidad y de la riqueza que tenemos en nuestra gente como clave para construir un país próspero y con desarrollo.
Los mexicanos hemos enfrentado muchos desafíos a lo largo de nuestra historia y la solidaridad ha sido una respuesta siempre constante en estos tiempos de crisis, esa cualidad es muy valiosa para unirnos y para apoyarnos mutuamente, ya que es un motor muy poderoso para el crecimiento y para mejorar la calidad de vida de todos.
Nuestras festividades, nuestra gastronomía y las artesanías nos conectan con nuestra historia y con nuestra herencia; mantener vivas estas tradiciones enriquece nuestra cultura, pero además nos sitúa en un lugar especial entre las naciones y nos convierte en un destino muy atractivo para visitantes de todo el mundo, lo que fomenta el desarrollo económico, el turismo y el intercambio cultural.
Aprovechemos nuestras fiestas patrias, no solo para divertirnos con familiares y amigos celebrando nuestra Independencia, sino también aprovechando esta oportunidad para reflexionar sobre los valores y tradiciones que nos definen como nación.
Tenemos muchos principios y cualidades que nos fortalecen como país y son los cimientos sobre los que podemos construir un futuro de desarrollo, armonía y bienestar para todos los mexicanos. Así que este mes celebremos a la patria y también cuidemos lo que nos hace un pueblo valioso y especial, comprometido en forjar un país más fuerte y próspero para las generaciones venideras. ¡Felices fiestas patrias y que viva México!