Más Información
“Escuchen, tengan cuidado de este gobierno desgraciado, ofrece muchos regalos y lo que da son puros palos”.
El 4 de abril de 1979, ante graves deficiencias administrativas y abuso de autoridad, los alumnos de la Escuela Normal del estado, inician un movimiento en pro de la calidad educativa de la institución, a través de un conjunto de peticiones que poco a poco fueron relegadas por la autoridad estatal. Un año de dilación y hermetismo orilló a los alumnos a iniciar un paro indefinido de labores el 20 de abril de 1980.
En su pliego petitorio los alumnos demandaban el cumplimiento de los acuerdos firmados un año atrás, los cuales señalaban la remoción de cinco profesores, el acotamiento a las funciones del director, la comprobación de que los profesores tuvieran la especialidad en la asignatura que aplicaban, respeto a los derechos individuales de los estudiantes, no realizar represalias a los alumnos involucrados en el movimiento y, finalmente, la formulación del Reglamento interno de la institución. Como puede apreciarse las demandas no eran políticas, sino académicas, pero aún así la respuesta gubernamental nunca llegó.
La mañana del 8 de mayo era de conocimiento público que el presidente de la república, José López Portillo, estaría en Querétaro inaugurando el VII Congreso del STIRM, motivo por el cual los alumnos en paro de la Escuela Normal del Estado de Querétaro realizaron una marcha hacia el Teatro del Seguro Social, a fin de que el presidente tuviera conocimiento del movimiento y sus causas. El contingente, después de invitar a los alumnos y profesores de la preparatoria sur de la UAQ, retomó la marcha y fue entonces que un conjunto de patrullas agredieron a los manifestantes, llegando a perseguir, golpear y detener a decenas de ellos al interior de la preparatoria, violentando la autonomía de la Universidad al introducirse en sus instalaciones y arremeter en contra de estudiantes y maestros preparatorianos. La práctica represiva era conocida, ya que fue igualmente aplicada en el movimiento estudiantil de julio-octubre de 1968 y en junio de 1971 en la ciudad de México.
La represión a los estudiantes de la Escuela Normal y la violación a la autonomía universitaria generaron una respuesta inmediata del estudiantado y sociedad queretana, saliendo a la calle alumnos y profesores del Instituto Tecnológico, entonces Regional de Querétaro, del Centro de Educación Artística (Cedart) del INBA, además de las combativas secundarias N° 2, 3 y 59 (actualmente secundaria N° 1), y sumando apoyos de universidades, tecnológicos e institutos de todo el país.
El movimiento normalista de Querétaro 1979-1980 es una de las lecciones de lucha organizativa estudiantil, que dio muestra a nivel nacional de vocación democrática, tolerancia y resistencia, frente a la respuesta dilatoria y represiva gubernamental. Más allá de la represión, el movimiento desencadeno cambios académicos y académico administrativos que eran un ejemplo en Querétaro, como la constitución de un Consejo Paritario que da voz equitativa a los estudiantes; la modificación de su Ley Orgánica, que da paso a la creación de un reglamento interno más acorde a la visión democrática; la realización de elección directa del director general y los coordinadores, rompiendo con el control que tenía el ejecutivo estatal en los nombramientos; la creación del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Escuela Normal del Estado; la creación de la Biblioteca “8 de mayo”, como símbolo de aquella fructífera lucha; esto entre otros logros como el mejorar las relaciones estudiante-maestro y que éstos últimos fuesen contratados de acuerdo al perfil profesional requerido académicamente.
La ciudadanía y la democracia en su obligada simualteneidad se establecen a través de un proceso histórico dinámico, recurrente e inagotable que en su desarrollo viene a resolver, a través de su capacidad mediadora y de diálogo, múltiples paradojas: el ser y el estar; la norma y la libertad; el individuo y la colectividad; la intimidad y la relación social; la identidad y la alteridad; los derechos y los deberes; lo privado y lo público; la inclusión y la diferencia; lo universal y lo particular; lo local y lo global. El movimiento conocido como 8 de mayo, es un parteaguas en la construcción de la ciudadanía queretana, es la lección que los estudiantes y maestros normalistas ofrecieron a la incipiente democracia en Querétaro.
Consejero electoral Instituto Federal Electoral