Siempre se ha dicho que el futuro de una nación son sus jóvenes. México tiene una gran cantidad de soñadores que buscan no solamente un futuro mejor, sino aportarle al mundo algo que pueda cambiarlo. Brenda Villaseñor Feixas está a punto de cumplir 19 años, y hace un par de semanas recibió una noticia que cambiará su vida, fue admitida en la Universidad Nacional Autónoma de México, y además fue una de los cuatro estudiantes que obtuvieron el puntaje más alto, al conseguir 117 aciertos de un examen de 120 reactivos.

“Yo tenía y tengo en cuenta que la UNAM es la mejor opción para estudiar física en México, y es uno de mis grandes sueños y metas en la vida; decidí esperarme un año y dedicarme al atletismo. Comencé a entrenar en La Loma con mi coach actual que es José León, él me ha impulsado mucho y he avanzado a gran escala en los últimos meses”, menciona.

Originaria de la Ciudad de México, Brenda llegó a Querétaro junto con su familia hace 8 años. Hace 6 meses comenzó a entrenar atletismo de alto rendimiento como parte de un plan de un año que ella decidió tomar para prepararse, ya que en el primer intento por entrar a la UNAM no lo consiguió, pero hoy ha logrado uno de los objetivos más importantes de su vida, y lo hará estudiando una de las carreras más complicadas, física.

Joven deportista

Jesús León es su entrenador desde hace poco más de 6 meses. Brenda comenzó en el atletismo hace 3 años, pero la idea de hacerlo de alto rendimiento surgió hace apenas medio año. Los 800 metros y los 3 mil metros con obstáculos son su especialidad.

Su acercamiento al atletismo se dio gracias al baile, ella practicaba jazz y danza contemporánea, necesitaba condición física y comenzó a correr, pero pronto entendió que su cuerpo le gritaba que necesitaba estar en la pista. Cada día entrena dos sesiones en la pista del centro deportivo La Loma, sus aspiraciones no son modestas.

“Comencé a entrenar y me gustó mucho, se convirtió en una pasión, a tal grado de que una de mis metas en la vida es poder llegar a uno o dos Juegos Olímpicos, y a varios mundiales”, comentó.

Joven estudiante

¿Por qué física? Aún es extraño que cualquier joven decida estudiar una carrera, de las que en México son considerada como difíciles, pero Brenda nos enseña que siempre hay que aspirar a más.

Su niñez y la secundaria marcaron la que hasta ahora ha sido la decisión más importante de su vida. Su padre la guió en el camino de la curiosidad para siempre cuestionarse cómo funciona el mundo, su talento natural la llevó a ganar el tercer lugar en la Olimpiada Estatal de Química en 2016, y en 2017 obtuvo una mención honorífica en la Olimpiada Nacional de Física.

“De pequeña, mi papá me pedía que lo ayudara a hacer los arreglos de electricidad o mecánica en la casa, me empezó a gustar porque siempre me explicaba cómo funcionaban las cosas. En segundo de secundaria tuve mi primera clase de física, en mi primer parcial saqué 8 [de calificación] y me sentí bien porque todos decían que era muy difícil. Me empezó a gustar porque vi como las matemáticas explicaban los fenómenos, mi profesora me invitó a un nacional de física, y desde ahí me empezó a gustar, me sentí atraída por la mecánica cuántica y la física de partículas”, comenta.

Brenda no es una chica simple, demuestra que siempre hay que apuntar a lo más alto, su meta deportiva son uno o dos Juegos Olímpicos, y en lo académico no podría quedarse atrás….

“Puede sonar un poco grande y muy imaginativa, pero sí me gustaría llegar a un Premio Nobel, o hacer un muy buen descubrimiento que nos ayude a entender el mundo en el que vivimos, qué es el universo, cómo funciona, y revolucionar algo de la física y de las matemáticas”, señala.

El examen

Son miles los estudiantes que año con año realizan el examen de admisión a la máxima casa de estudios del país. Pasan, en promedio, cinco años de sus vidas en las aulas y salen al mundo como algunos de los mejores profesionistas del país.

“El ambiente del examen es rudo, porque todos van con la intención de entrar a la máxima casa de estudios, y ahí reside el sueño de todos, cada quien es un rival, pero al mismo tiempo uno siente empatía porque uno no tiene la entrada asegurada. Antes de comenzar, pasa como una hora donde estás sentado con los demás aspirantes y ni ganas te dan de platicar, entra un poco de pánico, pero con experiencia lo vas aprendiendo a controlar, como en el atletismo, previo a una competencia”, dice.

Mentalidad ganadora

Deporte y estudio para toda la vida, estudio y deporte para contribuir a una mejor sociedad, es el pensamiento que tiene esta joven. Ahora que representará a la UNAM en las aulas, ¿cómo lo hará en lo deportivo?, eso no le preocupa.

“Creo que el entrenamiento y la carrera son algo integral. Siempre hay tiempo de sobra, es cuestión de prioridades y de utilizar tu tiempo al máximo. Sí es una carrera complicada, es un gran reto, pero creo que me puedo organizar para poder entrenar alto rendimiento y hacer bien mi carrera”, expresa.

México es un país de posibilidades, pero depende de cada uno de nosotros para hacerlas realidad, “ciudadana del mundo”, así es como Brenda se define, y es lo que le dice a los otros jóvenes para que también puedan crecer.

“Hay algo en lo que pienso mucho y me siento identificada, soy ciudadana del mundo, no nada más de México. Sí, me siento orgullosamente mexicana, creo que así es como tenemos que empezar a verlo todos. Se trata de impulsarnos, conocer y traer conocimiento aquí para impulsar a otra gente a que haga lo mismo en el país, y que de esta forma realmente haya un cambio”, sentencia.

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