En plena contingencia sanitaria por Covid-19 y mientras las autoridades recomiendan evitar las concentraciones, los usuarios del transporte público se enfrentan todas las mañanas a un panorama desalentador: “Viajamos como sardinas”, “los camiones van retacados”, dicen los usuarios del sistema Qrobús, quienes también se quejan de la poca frecuencia con la que pasan las unidades de transporte.

Todo esto, mientras en los patios de Qrobús, ubicados en avenida de Las Fuentes, avenida Media Luna y la carretera México-Querétaro se mantienen resguardados, al menos, 200 de estas unidades debido a que requieren algún tipo de reparación y, por lo tanto, no pueden circular.

Esta semana, el gobernador Francisco Domínguez Servién reconoció que las quejas de los pasajeros son razonables, y advirtió a los concesionarios que se aplicarán sentencias si no se mejoran las frecuencias de las unidades de transporte público.

“Tiene razón la gente, faltan las frecuencias, y los concesionarios dicen: ‘Es que no nos sale’, también están perdiendo dinero y estamos encima de ellos; estamos trabajando con ellos porque tienen que aumentar las frecuencias, en eso estamos trabajando si no vendrán sanciones jurídicas”, dijo.

Sin embargo, mientras el gobernador pide mejoras en el sistema, decenas de camiones se amontonan en los patios de servicio esperando reparaciones o piezas que deben llegar desde China.

“Todos los camiones que hay aquí es porque necesitan reparación de algún tipo, por eso no pueden circular, dicen que es muy caro reparar los camiones nuevos y que no hay presupuesto para arreglarlos, y pues aquí los dejan, aquí serán como unos 100 camiones los que están aquí parados todos los días”, comentan los trabajadores del patio ubicado sobre avenida de las Fuentes a EL UNIVERSAL Querétaro.

De igual forma, en el patio que se encuentra sobre avenida Media Luna, los trabajadores señalan que ahí se tienen entre 50 y 60 unidades: “Los camiones no sirven, por eso vienen y los traen aquí, uno que otro no necesita reparación aunque de todas formas aquí los dejan, pero la mayoría es porque no sirven y dicen que las piezas de los camiones nuevos se tardan más en llegar”.

En el tercer patio, ubicado sobre la carretera México-Querétaro, se aprecian a simple vista, al menos, 40 camiones resguardados en el lugar por las mismas razones.

En estos patios de resguardo se aprecian decenas de las unidades nuevas, los llamados “camiones chinos” de Qrobús, pero también se aprecian varias unidades de las más viejas, de esas que conformaban la llamada Red Q.

El resguardo de al menos 200 unidades de transporte público entre los tres patios de Qrobús representa un gran impacto para los usuarios, quienes denuncian la falta de unidades en circulación, lo que resulta en frecuencias irregulares, que a su vez provoca concentraciones de personas en los camiones, principalmente durante las mañanas, cuando los pasajeros se dirigen a sus trabajos.

Recordemos que, en mayo de 2019, Alejandro López Franco, director del Instituto Queretano del Transporte (IQT), declaró que entre las empresas ADO y Flecha Amarilla habían adquirido 70% de las acciones de la empresa MovilQrobús, lo que garantizaba una mejora en el servicio, pues ambas empresas tenían suficiente experiencia en el ramo.

“Algunas empresas que forman parte del consorcio de ADO, igual ocurre con Flecha Amarilla y sí, ADO ha comprado algunas de las empresas que forman parte de MovilQrobús.

“¿Por qué se solucionará? porque tienen toda la experiencia en operación en este tipo de sistemas, tienen el capital necesario para hacerlo y ellos han comprado algunos de los que eran los dueños de las empresas”, manifestó el funcionario en mayo de 2019.

No obstante, el resultado es evidente: cientos de camiones inservibles que esperan piezas o reparaciones necesarias para que puedan volver a circular.

Óscar Hernández es uno de los usuarios frecuentes del sistema de transporte Qrobús. Todos los días toma dos camiones para trasladarse a su trabajo en el Parque Industrial, y toma otros dos camiones para volver a su casa.

Señala que por las mañanas, toma su camión antes de las seis de la mañana, pues a esa hora las unidades aún no pasan llenas.

“La verdad es que yo prefiero tomar el camión un poco antes, porque si lo tomo después de las seis, pasan llenísimos, todos apretados y el chofer sigue y sigue subiendo gente, aunque es entendible porque a esas horas pues todos quieren llegar temprano a sus trabajos”.

“De regreso, aproximadamente a las dos o tres de la tarde, es lo mismo, los camiones pasan llenos, a esas horas, que son horas picos, en ninguno de los camiones que yo tomo se respeta eso de que sólo vayan tres personas en el pasillo, y ya ni hablar de los cubrebocas, porque aún hay mucha gente que no los usa, y los choferes no les dicen nada”, comenta el usuario.

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