El piso de madera cruje bajo los pies descalzos de Regina. La bailarina brinca de un lado a otro, estira los brazos, mueve hasta los dedos de los pies; baila con las piernas, con los ojos y las cejas, cada movimiento cuenta y lanza un mensaje a la comunidad sorda de Querétaro, que es en esta ocasión la audiencia más importante.

Desde hace meses la compañía de danza contemporánea Ciudad Interior presenta un proyecto dirigido exclusivamente a las personas sordas, se trata de un baile en el que entremezclan la Lengua de Señas Mexicana y la lengua de la danza.

La música suena y las vibraciones tocan cada fibra de los espectadores sordos; algunas niñas y adolescentes, entre el público, se conmueven con los los movimientos de los bailarines, sienten el piso vibrar y también las ondas sonoras en el ambiente.

La pieza termina y los oyentes chocan las palmas de sus manos para aplaudir, las personas sordas levantan sus brazos y sacuden los dedos, de igual forma aplauden el trabajo de los bailarines.

Antes de cada interpretación, los bailarines se presentan con el público; usan la Lengua de Señas Mexicana para decir su nombre, edad y explicar la pieza que bailarán.

Las personas sordas entienden a la perfección, asienten con la cabeza y sonríen, dan las gracias con una seña, pero los oyentes se sienten excluidos, no entienden nada de lo que se dice en silencio, ¿por qué no hay un intérprete para nosotros?, preguntan en voz baja.

A la tercera presentación, una mujer entre el público no puede más y se pone de pie, pide por favor que alguien traduzca para los oyentes. Entonces Alejandro, una persona sorda oralizada, y presidente de la Comisión de Personas Sordas del Estado de Querétaro, toma la palabra y traduce: “hola a todos, mi nombre es Regina”, y sigue así hasta que la explicación termina.

La coreografía está pensada para las personas sordas, y que no hubiera un intérprete para oyentes fue algo completamente planeado.

“Una persona del público nos dijo que le hubiera gustado que alguien interpretara los mensajes de la lengua de señas, pero nuestra intención fue que los oyentes vivieran la experiencia de la exclusión, de no entender lo que los bailarines decían. Fue algo muy fuerte para los asistentes oyentes. En este proyecto nos enfocamos completamente en las personas sordas, no importa que en algún punto los oyentes no entiendan, aunque después optamos por dar las presentaciones de las dos formas, en la Lengua de Señas Mexicanas y también en voz alta, para los oyentes”.

“Es la primera vez que hacemos un trabajo de danza contemporánea para personas sordas, esto es un rompimiento, un acercamiento a una lengua que no conocíamos, código paralingua es este código de lo que hacemos en Ciudad Interior y la lengua de señas, un nuevo discurso”, comenta Alejandro Chávez, coreógrafo y titular de la compañía de danza.

Para realizar la puesta en escena cada uno de los bailarines tomó clases de Lengua de Señas Mexicana. Regina Perea Kuri describe la experiencia como el descubrimiento de un nuevo mundo.

“Encontramos cosas muy lindas a través de la lengua de señas, descubrimos que está tan ligada al lenguaje de la danza, uno enriquece al otro de una manera impresionante, puedes conectar más con las emociones, con movimientos que sí significan algo. Nos hemos acercado a la comunidad de personas sordas que nos ha sensibilizado mucho más, no conocíamos ese mundo y es hermoso”.

“Nosotros dibujamos la danza con nuestros movimientos, por eso debemos ser muy claros, muy precisos, todo tiene que ser muy sensorial, todo influye, la música, los instrumentos, atacar todos los sentidos, se trata de hacer una danza que nunca se ha hecho, es muy emocionante romper los paradigmas”, comenta.

Para Alejandro Hinojosa, presidente de la Comisión de Personas Sordas de Querétaro, el trabajo realizado por Ciudad Interior es único en el país. Reitera la importancia de que este tipo de actividades continúen realizándose para visibilizar esta discapacidad que pasa desapercibida, porque no se ve.

La Comisión de Personas Sordas del Estado de Querétaro señala que en la entidad hay 14 mil personas con sordera, y que a nivel nacional la cifra aumenta a 1 millón de habitantes que viven con dicha condición.

“Es la primera vez que se realiza una danza dedicada a las personas sordas, es muy importante promover esta cultura porque con esto se rompe un paradigma; las personas piensan que los sordos no tocamos música, que no bailamos, y sí lo hacemos, nosotros sentimos las vibraciones y la manera en la que nosotros percibimos la música es muy distinta, pero lo disfrutamos mucho, es una serie de significados sonoros”, comenta.

En Querétaro se fundó la Comisión de Personas Sordas en 2013, con el fin de promover y difundir los derechos humanos de personas con sordera. Se ubica en Calzada de los arcos #168, colonia Loma Dorada.

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Sordera.

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